Las perspectivas de crecimiento económico de Bolivia se han reducido, según un informe del Banco Mundial, lo que plantea desafíos adicionales para la economía del país. La proyección del Banco Mundial estima un crecimiento del 1,9% para Bolivia en el año 2023, una cifra que representa una disminución con respecto a la previsión anterior de 2,5% que se había presentado en junio.
Para el año 2024 y 2025, el Banco Mundial también anticipa una tendencia a la baja en las tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia, con una estimación del 1,5% en ambos años. Estas cifras, según la institución, reflejan un panorama económico menos optimista de lo que se esperaba.
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Esta perspectiva contrasta con las proyecciones del Gobierno central de Bolivia, liderado por Luis Arce Catacora, que contempla un Presupuesto General del Estado (PGE) para 2023 con una tasa de crecimiento del PIB del 4,86%. Además, el gobierno prevé una tasa de inflación del 3,57%, un resultado fiscal de -7,49% y estabilidad cambiaria en el mismo período.
A pesar de la reducción en las proyecciones del Banco Mundial, Bolivia registró un crecimiento del PIB del 2,28% en el primer trimestre de 2023, superando el promedio de crecimiento de la región. Además, se reportó una tasa de inflación del 0,8%, según informó el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui.
Estas cifras divergentes plantean interrogantes sobre el desempeño económico de Bolivia en el futuro y la necesidad de abordar los factores que están afectando su crecimiento, incluyendo la disminución de los ingresos por la venta de gas natural, que es uno de los elementos influyentes en la economía boliviana.
Con información de Asuntos Centrales
