¿El fin de los supermercados tradicionales?

scan & go

Conocé Quick, el primer supermercado inteligente del país, que trabaja con la modalidad scan & go: sin cajeros, sin filas y sin pérdida de tiempo innecesaria.

No hacer nunca más una fila es el sueño de más de uno: nada se lleva más tiempo y paciencia que las largas colas para esperar nuestro turno en lo que sea que tengamos que hacer. Las filas para pagar en las cajas del supermercado están entre las más odiadas, pero es posible que comiencen a ser parte del pasado. Al menos en algunos barrios.


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De eso se trata la propuesta de Quick, el primer supermercado inteligente de la Argentina. Al estilo de Amazon Go en los Estados Unidos, funciona con una modalidad conocida como scan & go, a través de la cual es posible comprar de forma totalmente autónoma. Solo es necesario bajarse una app, con la que se escanean los productos que se desea comprar y se realiza el pago con el medio elegido. Y listo: la compra se concreta sin interactuar con cajeros y sin perder tiempo en colas y, bolsita en mano, el cliente sale feliz del local.

Un nuevo concepto en la Argentina

Hace 50 años se inventó el código de barras y, gracias a esa innovación, nacieron los supermercados. Desde ese entonces, la experiencia de compra es más o menos similar: el cliente elige los productos que quiere llevar en las góndolas, hace la cola y pasa por la caja para pagar. Los supermercados inteligentes vienen a modificar este paradigma: ahora es el cliente el que escanea los productos que va a llevar y los abona, sin necesidad de interactuar con nadie.

En la Argentina, Quick es el primer representante de este nuevo concepto, que ya es un éxito en los Estados Unidos y en otros países de nuestra región. La cadena más conocida es la brasilera Market For You, que cuenta con más de dos mil puntos de venta en San Pablo, donde la clase media suele vivir en condominios.

El primer local de Quick fue inaugurado en diciembre del año pasado, en el barrio de Puerto Madero, frente al Hotel Faena. Luego, abrió otra sucursal híbrida en el microcentro porteño, donde el cliente tiene la opción de elegir entre comprar de forma autónoma o mediante la modalidad tradicional.

Además, Quick está llegando a distintas comunidades cerradas, donde se instalan pequeñas tiendas que permiten realizar compras en cualquier momento del día. Estas pueden ubicarse en oficinas, gimnasios, barrios cerrados o torres de departamentos. En estos últimos casos, será posible incluso abonar las comprar junto con el pago de las expensas.

En las empresas, Quick se presenta como una alternativa a las máquinas expendedoras tradicionales, donde los colaboradores pueden adquirir una mayor variedad de productos, a precios muy competitivos. Dentro de las oficinas de la compañía, se monta un minimercado con una góndola con 700 ítems, dos heladeras y una cafetera.

La tecnología detrás de Quick

El creador de Quick se llama Marcos Acuña, quien desarrolló la tecnología del proyecto de la mano de programadores locales. Esta se basa en una aplicación que permite a los clientes acceder al local, escanear los códigos de barra de los productos y pagar, todo desde la misma app. El pago se puede realizar utilizando tarjetas de crédito o débito, o a través de Mercado Pago.

Para lograrlo, se utilizan sistemas de inteligencia artificial combinados con tecnología de visión computarizada, que permiten optimizar y automatizar el control de las ventas, el stock y las reposiciones. Además, estos sistemas permiten cruzar lo que el cliente dice que compró con el stock, con el fin de evitar robos. Si se encuentra alguna diferencia entre estos datos, se le informa al cliente que se le olvidó pagar un producto.

¿El fin de los supermercados tradicionales? En la Argentina, todavía falta un largo camino para llegar a ese nivel de autonomía. Así que, cajeros y cajeras, por el momento no tienen nada de qué preocuparse.

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