La caída del poder adquisitivo y la base de comparación del 2021 anticipan una segunda mitad del año en rojo.
En el primer semestre del 2022 el consumo masivo registró números positivos, aunque la demanda es heterogénea, dependiendo del canal y la categoría en la que se ponga la lupa. Sin embargo, en líneas generales, según las consultoras privadas la primera mitad del año fue de recuperación.
Ahora, en este comienzo de junio, de cara a la última parte del 2022, las proyecciones varían. Es que, según las consultoras especializadas en el sector, en los próximos meses podría verse una caída en el consumo, que ya empezó a notarse principalmente en el AMBA.
De acuerdo con los últimos informes publicados por firmas como Scentia y Scanntech, el interior del país es la región que apalanca el consumo en la primera parte del año, mientras que la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano empiezan a anticipar lo que sería la merma del segundo semestre.
Para explicar el derrumbe que se avecina, los especialistas hablan de dos factores. En primer lugar, la aceleración en la inflación comenzará a verse directamente en el bolsillo. Con menor capacidad de ahorro y de gasto, el consumo se verá golpeado en la última parte del año y en los primeros meses del 2023.
Por otra parte, la caída en la curva tiene que ver con la base de comparación del 2021. Vale recordar que el año pasado el primer semestre fue moderado a negativo, mientras que en los últimos seis meses se registró una recuperación en casi todos los canales. Por eso, este año comenzarán a verse números casi flat o en rojo.
