Argentina: En qué consiste la Ley de Góndolas

Cómo es la Ley de Góndolas que trata Diputados

En la última sesión con su actual composición, la Cámara baja le dará media sanción a una norma que establece nuevas reglas para la actividad supermercadista. Cuáles son las principales modificaciones y cómo se posicionan los distintos sectores.


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Este miércoles puede nacer la Ley de Góndolas, ya que la Cámara de Diputados tratará de darle media sanción al proyecto. Al recinto llegarán dos dictámenes. Uno, impulsado por Sergio Massa y el Frente Renovador, en alianza con el kirchnerismo, que logró dictamen de mayoría en la reunión plenaria de las comisiones de Defensa del Consumidor, de Comercio y de Legislación General. La segunda iniciativa, que quedó en minoría, impulsada por Juntos por el Cambio, con la motorización inicial de Elisa Carrió.

El tratamiento de la norma también es monitoreado desde muy cerca por el presidente electo, Alberto Fernández, quien enmarca la sanción de esta norma en su plan para luchar contra el hambre y la desnutrición en la Argentina. El próximo primer mandatario quiere tener la norma sancionada antes de su asunción, el 10 de diciembre.

Entonces, Diputados tendrá que ajustar su agenda para sacar la norma, y pasarla para su tratamiento en el Senado de la Nación, donde también deberá haber una sanción exprés, seguramente en sesiones estraordinarias, para llegar a la fecha pretendida por Fernández.

Si los tiempos juegan a favor de quien será presidente de Argentina a partir del 10 de diciembre, quedará en manos de su equipo la reglamentación de la norma.

El dictamen

El dictamen de mayoría distingue como sujetos alcanzados por la norma «los que no sean Pymes: facturación superior a 1700 millones y 345 empleados» (la minoría propone que sólo alcance a las empresas con una facturación superior a los 5280 millones).

En uno de los puntos, fija que un producto no podrá superar el 30% del espacio disponible que comparte con productos de similares características y distintas marcas.

También señala que deberá garantizarse un 25 % de la góndola para la venta de la producción de las pymes. A su vez, se puntualiza que en las islas y los sectores aledaños a las cajas deben garantizar al menos un 50% a la exhibición de productos de origen local, provenientes de cooperativas o asociaciones mutuales.

Destaca también que un 5% de las góndolas estará reservado a  productos provenientes de  la agricultura familiar. indígena o de sectores de la economía popular.

También que los productos de menor precio deberán exhibirse a una altura equidistante del primer y del último estante.

Asimismo, prohíbe el alquiler de espacios preferenciales en las góndolas.

Además, la norma establece que a los fines de reducir los costos para los proveedores de los grandes supermercados e hipermercados, se aplicarán medidas como que el plazo máximo de pago no podrá superar los 90 días. A su vez, los proveedores podrán aplicar los intereses que determine la autoridad de aplicación en caso de pagos realizados fuera de término, siempre y cuando no existan razones legales y fundamentadas por el incumplimiento.

La autoridad de aplicación podrá reducir este tope en función del tamaño o facturación de los proveedores. Además, las cadenas de supermercados e hipermercados no podrán exigirles a los proveedores aportes o adelantos financieros por ningún motivo.

Los cuestionamientos

Así como la norma logró consenso entre el actual oficialismo y los sectores de la oposición que serán gobierno a partir del 10 de diciembre, en el ámbito empresario despertó fuertes cuestionamientos.

El principal tiene que ver con que se busca regular sólo a los supermercados, que explican apenas el 30 % del consumo en el mercado argentino. El monopolio y la concentración que los legisladores dicen querer atacar está muy lejos de ser propiedad del sector supermercadista. Parece una ley a medida para atacar a un sector del comercio que es, a su vez, el más dinámico en las inversiones y el que más empleo genera.

También en la norma que hoy será tratada se desconocen singularidades del sector sobre el cual recae la norma. A saber:

*Los supermercados demandan grandes volúmenes de producción, para estar a tono con la gran rotación que se da, lo cual obliga a los productores a tener una capacidad de producción que pueda satisfacer estos estándares.

* En la actividad supermercadista juegan un rol determinante los costos logísticos, que tienen incidencia directa en la rentabilidad, tanto del propio canal como de los proveedores. Hay que determinar si las pymes aspirantes a tener su espacio en la góndola de una cadena están en condiciones en enfrentar con eficiencia esos costos, y no trasladarlos a los precios, lo cual acarrearía una fuerte pérdida de competitividad.

“Es innecesaria, intervencionista y asusta, en vez de alentar la inversión”, le dijo a Infobae el presidente de la Coordinadora de Productos Alimenticios, Daniel Funes de Rioja, fijando posición de una parte del sector industrial.

Una voz a favor

Desde el ámbito supermercadista, también se alzó una voz a favor de la Ley de Góndolas. Fue la de Víctor Fera. El titular de Maxiconsumo afirmó que la esa norma contribuirá a evitar la concentración de mercado, ya que en Argentina no se puede competir.

“No debería haber concentración en el mercado. La Argentina tiene que ser un país normal, donde se pueda competir. Acá no es así: no todos tenemos derecho a competir. Y el Estado no está haciendo nada”, afirmó en declaraciones radiales.

Para Fera “se necesita una Ley de Góndolas bien clara, que marque bien las cosas y que no deje grises para que no haya abusos”.

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