Argentina: Arcor adquiere 5% de nuevas acciones de la dueña de La Serenísima

A pesar de la crisis que atraviesa, Arcor suma nuevas acciones en Mastellone

La alimenticia cordobesa acaba de pagar u$s12,4 millones por otro 5% de la dueña de La Serenísima y se acerca a su objetivo final de alcanzar el 49%


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En el medio de una de sus peores crisis comerciales de su historia, Arcor acaba de incrementar su participación accionaria en Mastellone Hermanos. La multinacional alimenticia cordobesa cerró la compra de otras 28,6 millones de acciones de la productora láctea y dueña de la marca La Serenísima por lo cual desembolsó u$s12,4 millones.

Así lo acaba de comunicar Arcor a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en un documento en el cual explica que ya suma un 47,3% del capital de Mastellone en el marco de una serie de transacciones que viene realizando en sociedad con su controlada Bagley Argentina desde el 2015.

De esta forma, quedó más cerca de llegar al máimo de acciones permitido por el contrato firmado entre ambos grupos hace cuatro años y por el cual podrá controlar hasta el 49% del capital de la láctea fundada por Pascual Mastellone.

La anterior operación había sido concretada en mayo pasado, cuando junto con Bagley Argentina, había adquirido 2,3 millones de acciones por u$s999.63 con las cuales había llegado al 43% del paquete accionario de la empresa dueña de La Serenísima.

De esta forma, la compañía con sede en la localidad cordobesa de Arroyito confirma que mantiene su apuesta por el mercado lácteo local donde parece tener la clara intención de crecer a pesar del actual contexto de crisis que sufre tanto este sector como Arcor y Mastellone.

Esta política comercial parece llevarse a cabo de manera simultánea a una serie de problema que afectan a la multinacional cordobesa y que la han oblilgado, entre otras medidas, a darle vacaciones anticipadas a todo su personal durante este mes de octubre.

Una decisión que se vincula con la fuerte retracción de sus negocios y de sus ingresos en el marco de un escenario macro económico recesivo y financieramente inestable.

De todos modos, el impacto de esta situación no frenó su plan para incrementar su presencia en Mastellone. Es que hasta junio del año pasado ostentaba una participación del 42,65% en la empresa láctea en la cual comenzó a acumular capital a partir del 2015, cuando por primera vez compró acciones representativas del 25% del capital. En ese momento, la compañía que lidera Luis Pagani pagó u$s50 millones y realizó un aporte de capital por otros u$s10 millones para asegurar su desembarco en una de la principales productoras de alimentos en base a leche de la Argentina.

El acuerdo firmado en ese momento le da la posibilidad de sumar hasta un 49% dejando a los herederos de Pascual Mastellone al frente del control societario. Con la operación informada durante esta jornada, Arcor queda a un paso de cumplir con ese contrato, aunque fuentes del sector estiman que la compra del 2% que le resta para llegar al 49% se concretará recién el año próximo.

Quizá a la espera de un cambio de expectativas que le permita operar en un contexto de menor recesión y con otras variables económicas más estables como el dólar, por ejemplo, que vienen provocando un freno en sus ingresos y en el de casi todas las empresas alimenticias con fuerte dependencia del mercado doméstico.

En este escenario, tanto Arcor como Mastellone vienen acumulando balances en rojo, con fuertes pérdidas anuales, caída de ingresos y pérdida de rentabilidad.

De hecho, durante los primeros seis meses de este año, entre ambaas firmas acumulan pérdidas por algo más de $$4.000 millones. En el caso de Arcor, perdió $2999 millones en los primeros seis meses de este año, cuando en el primer trimestre del mismo período había alcanzado una ganancia de $338 millones. Es más, había finalizado el 2017 con un incremento en ventas respecto del año anterior.

Con respecto a Mastellone, el año pasado y gracias a la debacle de SanCor, su principal competidora, había cerrado un balance positivo con ganancias por $1.156 millones. La láctea había aprovechado el achique de su rival para, por ejemplo, quedarse casi con el control total del mercado de leche fresca de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, donde SanCor ya no participa. También logró crecer en el segmento del dulce de leche, donde las ventas de sus marcas se duplicaron en el 2017 con respecto al año anterior. Un caso similar ocurre con la comercialización de sus leches larga vida.

Sin embargo, en los primeros seis meses de este año el escenario cambió. Fue diametralmente opuesto con resultados que estuvieron afectados por la combinación de una fuerte y abrupta devaluación del peso y por la caída en los niveles de consumo de productos lácteos en el mercado interno, en relación con otros productos de la canasta familiar. En ese contexto, su balance correspondiente al semestre enero-junio de este año muestra una pérdida neta total de $1.042 millones contra una ganancia de $106 millones en igual período del 2017.

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