Venezuela: Farmacias callejeras surgen por falta de medicamentos

En Venezuela, las enfermedades crónicas son una sentencia de muerte. Se muere por cualquier padecimiento, por más insignificante que pueda parecer; un resfriado que no se atiende y que evoluciona a neumonía, un dolor estomacal que después de un par de semanas amerita operación, una infección que no se frenó a tiempo.

Ni qué decir de las enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes o el VIH; aunque los pacientes puedan conseguir medicamentos en otros países, les alcanza para tres o cuatro meses de tratamiento, pero después no hay ni para los malestares cotidianos.


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Así le pasó a Giovanni Plaza, quien tuvo que huir a Colombia para vencer al VIH, donde tuvo mucha suerte y le regalaron los medicamentos. Pero él es una excepción; la mayoría de sus compatriotas se ven obligados a comprar medicinas en «farmacias callejeras», instaladas en el puente que une a ambas naciones.

Aunque muchas veces estos medicamentos están vencidos, dañados, son falsos o solo son placebo, en medio de la escasez, –que ya ronda el 85 por ciento– , la crisis económica y la hiperinflación, se convierten en la única opción para intentar sobrevivir, relata la AFP.

La escasez de medicamentos en Venezuela ronda el 85%. Miles de enfermos con afecciones crónicas tienen dificultades para acceder a sus tratamientos, según oenegés y grupos humanitarios críticos del gobierno, reacio a reconocer una crisis humanitaria.

Pero muchas veces, el remedio es más costoso que la enfermedad, pues los medicamentos falsos o adulterados pueden causar ataques al corazón, lesiones hepáticas, fallas renales, embolismos pulmonares e incluso la muerte, según el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos de Colombia.

«Hay mafias básicamente que se dedican a falsificar medicamentos», dice a AFP Alejandro Gaviria, exministro de Salud (2012-18) de Colombia. «Está viniendo mucha gente y no hay control de calidad», dice.

La policía fiscal y aduanera ya han desarticulado bandas dedicadas a este tráfico, declara bajo anonimato una fuente de esa institución en Cúcuta.

En medio de esta crisis, los venezolanos tienen una única y última esperanza: que entre al país la ayuda humanitaria que envió Estados Unidos a petición del autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, y la cual está varada en Cúcuta, Colombia desde el jueves pasado, por la negativa y los bloqueos organizados por Nicolás Maduro, quien considera que la emergencia humanitaria es un invento de EU, el pretexto perfecto para una supuesta intervención militar.

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