Reducción de cupones de alimentos, otro reto para minoristas, para algunos compradores que ya tienen dificultades para cubrir las facturas de la compra, el presupuesto es cada vez más ajustado. Informa CNBC
Este mes, la financiación de emergencia relacionada con la pandemia del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, antes conocido como cupones de alimentos, se termina en la mayoría de los estados, dejando a muchas familias de bajos ingresos con menos para gastar en alimentos.
Más de 41 millones de estadounidenses reciben financiación para alimentos a través del programa federal. Para esas familias, supondrá al menos 95 dólares menos al mes para gastar en comestibles. Sin embargo, para muchas familias, la caída será aún más pronunciada ya que la ayuda del gobierno se escala para ajustar el tamaño del hogar y los ingresos.
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Para supermercados como Kroger, grandes superficies como Walmart y tiendas de descuento como Dollar General la caída de los dólares del SNAP se suma a una ya larga lista de preocupaciones sobre el año que viene.
Es probable que presione a una parte debilitada del negocio de los minoristas: las ventas de mercancías discrecionales, que son categorías cruciales para los minoristas, ya que tienden a impulsar mayores ganancias.
Grandes empresas, como Best Buy, Macy’s y Target, han expresado sus cautelosas perspectivas para el año, afirmando que los compradores de todos los ingresos se han vuelto más cautelosos a la hora de gastar en artículos como ropa o electrónica de consumo, ya que pagan más por necesidades como la vivienda y la alimentación.
Los alimentos, en particular, se han convertido en una de las categorías más afectadas por la inflación, con un aumento interanual del 10,2% hasta febrero, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
«Todavía hay que alimentar al mismo número de bocas, pero hay que elegir», afirma Karen Short, analista de comercio minorista de Credit Suisse.
«Así que lo que estás haciendo es que definitivamente tienes que recortar en discrecional», dijo.
El estiramiento ha hecho imposible que algunos puedan permitirse incluso artículos básicos. Todavía es demasiado pronto para ver el impacto total de la reducción de los beneficios de SNAP, dijo el norte de Texas Food Bank CEO Trisha Cunningham, pero las despensas de alimentos en el área de Dallas-Fort Worth han comenzado a ver más invitados por primera vez. La organización sin ánimo de lucro ayuda a abastecer los estantes de las despensas que dan servicio a 13 condados.
La demanda de comidas se ha disparado, incluso desde los niveles de pandemia, dijo. La organización sin ánimo de lucro solía proporcionar unos 7 millones de comidas al mes antes de la pandemia y ahora proporciona entre 11 y 12 millones de comidas al mes.
«Sabíamos que estos [fondos adicionales del SNAP] iban a desaparecer y que se iban a suprimir», explicó. «Pero lo que no sabíamos es que además íbamos a tener que hacer frente al impacto de la inflación».
