El alto costo de los alimentos es simplemente un síntoma de un problema mucho mayor
Al Primer Ministro Justin Trudeau le preocupa tanto cómo el costo de los alimentos está afectando a los canadienses que amenaza con implementar políticas que aumentarán aún más las facturas de los alimentos o provocarán escasez, o ambas cosas. ¿Recuerdas la primavera de 2020, con los estantes vacíos y las alineaciones para ingresar al Superstore? Trudeau aparentemente lo hace, y con cariño.
Siempre que se pregunta a los liberales sobre la inflación y si frenarán los hábitos de gasto que están contribuyendo al aumento de los precios, un punto que es indiscutible para prácticamente cualquier persona con credibilidad, su respuesta ha sido desviarse. La respuesta habitual es señalar la inflación “global”, los problemas de las cadenas de suministro internacionales y la guerra en Ucrania. Esta respuesta es sin duda cierta, pero no exime a los liberales de sus propias políticas inflacionarias, ni al Banco de Canadá, de haber tardado demasiado en subir las tasas de interés.
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Sin embargo, esta apelación a la complejidad de la inflación se evapora cuando le conviene al primer ministro, como sucedió el jueves. De repente, los intrincados problemas que enfrenta la economía global no son en absoluto responsables del aumento de los precios. Según Trudeau, los verdaderos culpables son las tiendas de comestibles, que de alguna manera están utilizando la inflación como cobertura para su codicia desenfrenada, una codicia que misteriosamente solo se manifestó en 2020, cuando los precios comenzaron a dispararse.
Trudeau dijo en un evento en Londres, Ontario. que “las grandes cadenas de supermercados están obteniendo ganancias récord”, un punto que tal vez sea cierto si se considera sólo el valor absoluto en dólares de las ganancias, o solo se consideran los aspectos del negocio no relacionados con los comestibles, pero que por lo demás es algo parecido a un galimatías. Por ejemplo, según su informe trimestral más reciente, los márgenes de beneficio de Loblaw en las ventas de alimentos están disminuyendo, al igual que el año pasado .
El primer ministro continuó diciendo que “esas ganancias no deberían obtenerse a costa de personas que luchan por alimentar a sus familias”, una afirmación que sólo tiene sentido si el objetivo es eliminar por completo las ganancias, algo que cada vez parece más frecuente. El plan.
La parte más irritante de la diatriba del gobierno contra los tenderos es el hecho de que Ottawa es en realidad responsable de la inflación, o al menos en parte. El alto costo de los alimentos es simplemente un síntoma de un problema mucho mayor.
Y, si bien el aumento de los precios debido a la inflación persistente será un desafío al menos hasta que los salarios se recuperen, no es la única presión sobre los costos de los alimentos que proviene del gobierno. El compromiso de Ottawa de suministrar aves, huevos y productos lácteos gestionados mantendrá los precios más altos de lo que deberían estar mucho después del período actual. Lo mismo ocurre con las regulaciones y los impuestos sobre la energía, que aumentarán los costos de funcionamiento de todas las empresas.
Los liberales de Trudeau claramente quieren que todo sea más caro de lo que debería ser. Sólo quieren que alguien más tenga la culpa.
Quizás sea un buen momento para empezar a abastecerse de papel higiénico nuevamente.
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