Industria energética enfrenta la lucha contra cambio climático, altos ejecutivos y funcionarios de energía a nivel mundial debatieron el lunes cómo hacer la transición de la economía global de los combustibles fósiles a las energías renovables lo suficientemente rápido para prevenir un desastre climático sin interrumpir los suministros estratégicos de petróleo y gas. Informa Reuters
«Houston, tenemos un problema», dijeron dos altos ejecutivos a algunas de las figuras más poderosas de la energía global en la capital de la industria petrolera de EE. UU., utilizando la misma frase famosa de un astronauta en la nave espacial Apolo 13 de 1970 dañada.
Anteriormente, el CEO de Petronas, Tengku Muhammad Taufik, usó la misma frase en un panel de discusión sobre el desafío de equilibrar la necesidad de seguridad energética y asequibilidad.
El llamado de Jaber a las empresas de energía para que trabajen en la transición fue un momento inusual en un evento que durante mucho tiempo ha sido un pilar para los productores de combustibles fósiles, que anteriormente consideraban tales llamados como una amenaza para su negocio.
El año pasado, muchos activistas climáticos se opusieron al nombramiento de Jaber como presidente de la COP28, diciendo que las grandes petroleras estaban secuestrando la respuesta mundial al calentamiento global. Otros lo recibieron como una señal de que la industria energética se involucraría en la transición.
La invasión rusa de Ucrania provocó una crisis energética que interrumpió el suministro de combustibles fósiles a la industria y los consumidores. El aumento de los precios del combustible impulsó una inflación mundial alta durante décadas en 2022.
Muchos en la industria vieron las interrupciones en el suministro ruso como un recordatorio para evitar políticas que corten o aumenten los precios de los combustibles fósiles. El presidente ejecutivo de Chevron, Mike Wirth, dijo a los asistentes que mantener suministros seguros y asequibles mientras se gestionaba la transición energética hacia una economía baja en carbono era «uno de los mayores desafíos de todos los tiempos».
Una transición energética desordenada podría ser «dolorosa y caótica», dijo Wirth.
«Tenemos que tener mucho cuidado con apagar el sistema A prematuramente y depender de un sistema que aún no existe y no ha sido probado», dijo.
Las interrupciones en el suministro de gas a Europa, que ha afectado a la economía más grande del continente en Alemania, han acelerado la transición, dijo el secretario de Estado alemán en el Ministerio de Economía, Patrick Graichen.
«Si estás acostumbrado al gas ruso barato y te despiertas en este mundo, hay algunas preguntas fundamentales que deben responderse», dijo. Alemania necesitaba acelerar la electrificación y construir un suministro de hidrógeno verde, dijo.
«Si podemos acelerar eso y encajarlo, no se trata de asegurar el viejo mundo sino de acelerar la transición al nuevo mundo».
La principal petrolera estadounidense Exxon dijo que cada país tomaría un camino diferente hacia la transición energética, dependiendo de los recursos disponibles. En algunos países, el gas sería un combustible de transición, dijo Liam Mallon, presidente upstream de petróleo y gas de Exxon.
Mallon hizo un llamado a los formuladores de políticas y a las compañías petroleras internacionales y nacionales para trazar juntos la transición.
«No podemos hacer esto solos», dijo. «Esto requiere que los legisladores, los reguladores, los innovadores, las NOC, estas IOC trabajen juntas para crear los incentivos adecuados para avanzar en esta transición energética».
El enviado de energía de EE. UU., Amos Hochstein, dijo que la parte más difícil de la transición energética fue coordinar el cronograma para el cambio.
«Creo que si vas a pasar por la mayor transformación que el mundo ha visto en más de 100 años, desconectarte de un sistema de energía y crear uno completamente diferente, no puedes hacerlo sin planearlo». dijo Hochstein.
