Carrefour y Couche-Tard abandonan su proyecto de fusión

Fachada Carrefour

 

El grupo de distribución francés Carrefour y el canadiense Couche-Tard anunciaron este sábado que abandonan su proyecto de fusión, al que el Gobierno galo se había opuesto, pero avanzaron que mantendrán negociaciones para examinar nuevas oportunidades de «asociación operativa».

Entre los ámbitos de cooperación estudiados están la puesta en marcha de compras en común, el desarrollo y la comercialización de marcas de distribuidores o el lanzamiento de novedades para mejorar la experiencia del cliente, según indicaron en un comunicado conjunto.


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Mejorar la distribución de productos en sus mercados comunes o compartir buenas prácticas en el suministro de carburante son otros de los sectores analizados.

El Gobierno francés había mostrado este viernes su veto definitivo a su posible unión, apoyado en una ley de 2019 que incluyó la distribución alimentaria entre las «actividades estratégicas» sobre las que el Ejecutivo puede intervenir para impedir que caigan en manos extranjeras.

Las dos empresas no mencionaron directamente la oposición gubernamental, pero apuntaron a que, ante los «recientes acontecimientos», la negociación preliminar entablada entre ambas ha sido interrumpida.

El consejero delegado de Carrefour, Alexandre Bompard, indicó en el comunicado que establecer asociaciones innovadoras es «un punto clave» de la estrategia de transformación de su grupo y que las que se plantean con Couche-Tarde se inscriben «plenamente» en esa línea.

Su homólogo en Couche-Tard, Brian Hannasch, añadió que esas oportunidades operativas les permitirán cumplir su ambición de convertirse en un líder mundial de la gran distribución y de reforzar sus principales actividades, como los formatos de proximidad y la distribución de carburante.

De haber seguido adelante la operación, hubiera sido la mayor de la historia de Couche-Tard, una empresa que ha pasado en relativo corto tiempo de ser una pequeña tienda de barrio creada hace 40 años a un gigante global con 9.261 establecimientos en Norteamérica y 2.722 en Europa.

Couche-Tarde ofreció este pasado miércoles fusionar las dos empresas a un precio de 20 euros por cada acción de Carrefour, que hubiera quedado así valorada en unos 14.000 millones de euros (unos 16.900 millones de dólares), cerca de un 30 % más de lo que valía en Bolsa antes de que se hiciera público ese proyecto.

Ese mismo día el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, se opuso «a priori» a ese plan alegando que estaba en juego la soberanía alimentaria de Francia, y dos días después expresó con firmeza su oposición.

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