Xinca Ecoshoes, un proyecto llevado a cabo por tres amigos en Mendoza, Argentina, ha logrado combinar rentabilidad con un impacto ambiental positivo y un firme compromiso social. Desde su inicio en 2013, la empresa ha crecido y cuenta con tiendas en todo el país y presencia en países vecinos como Chile y Uruguay.
La principal característica distintiva de Xinca Ecoshoes es su enfoque en la sostenibilidad, reflejado en su lema: «Nuestras zapatillas son basura». La empresa se ha comprometido a reducir su huella ambiental y preservar los recursos naturales al utilizar materiales reciclados, como neumáticos en desuso y residuos textiles, para fabricar las suelas de sus zapatillas. Además, incluso las bolsas de envío son compostables, fabricadas con almidón de maíz y otros materiales biodegradables.
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Xinca también se ha asociado con The Carbon Sink para medir y compensar la huella de carbono de sus envíos en línea. Tienen una visión a futuro ambiciosa de lanzar una línea de calzado 100% circular para 2025, reutilizando suelas fuera de uso en la fabricación de nuevos modelos.
El compromiso social es otro pilar fundamental de Xinca Ecoshoes. Han brindado oportunidades laborales a personas que enfrentaban dificultades para encontrar empleo, incluyendo a reclusos del Penal San Felipe en Mendoza, donde más de 80 internos participan en la producción de las zapatillas. Xinca también comparte su experiencia a través de charlas en escuelas y universidades, y asesora a otros emprendedores y empresas con el objetivo de promover un impacto social positivo más amplio.
Con información de Sudo Esteba
