Llega Distroller a Uruguay, juguetes llenos de fantasía

Según publica el portal El País probablemente estemos en el momento del año donde los juguetes adquieren más relevancia. La cercanía a la Navidad y Reyes hacen que los niños no dejen de pensar en que pedirles, argumentando su ejemplar conducta durante el último tiempo.

Este año en Uruguay se sumó una opción que promete con la llegada de la marca de juguetes mexicana Distroller. La empresa surgió en 2004 de la mano de Amparo Serrano, con un primer personaje llamado Dr Chui. El simpático médico curaba todo tipo de enfermedades del alma con una línea de dulces «médicos» hechos de Chamoy (un dulce mexicano a base de chiles).


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Sin embargo, estos dulces eran tan ácidos que destruían la flora intestinal, por lo tanto, no salieron a la venta. Sin embargo sirvió para bautizar a la marca como Distroller.

La compañía se autodefine como 102% mexicana: un paso más allá en la diversión e irreverencia, recordando sus orígenes pese a tener presencia en varios países de Latinoamérica, España y Estados Unidos.

Buena recepción del mercado local

Ya no es extraño que las marcas internacionales decidan incursionar en Uruguay por la estabilidad del mercado y los buenos resultados, y así lo reconoció Tolkir SA, que luego de ver la buena recepción de Distroller en la Licensing Expo de Las Vegas decidió traerla a nuestro país.

Desde la empresa reconocen que el desconocimiento podría resultar un desafío al principio, pero al ser Distroller una marca con presencia en diferentes países, muchas personas ya sabían de los neonatos, lo que redundó en una buena receptividad.

El lanzamiento se realizó con la enfermera Tania en Uruguay, uno de los personajes centrales en el universo de Distroller, con el objetivo de dar a conocer a fondo el proceso que conlleva adoptar un neonato y la experiencia de cómo cuidarlo.

Distroller apuesta a una experiencia que va más allá de la compra de juguetes

De esta manera, Distroller apuesta a una experiencia que va más allá de la compra de juguetes, y la presencia de Tania en Uruguay resultó motivante para los chicos. Las acciones en redes sociales también jugaron un papel importante en generar interacciones respecto de la llegada de la marca, superando inclusive las expectativas iniciales.

Gracias a la gran demanda que han recibido, desde Tolkir y Distroller prevén que antes de Reyes ya podrían llegar al 100% de los puntos de venta del país. El catálogo inicial cuenta con unas ocho especies de neonatos, entre los que se encuentran los AquaMeritos, Ksimeritos, Neoflobby y Sorpresitos. Sin embargo, la idea es ampliar el catálogo con los nuevos modelos y accesorios.

Dentro de las propiedades de la marca destacan los mencionados neonatos, juguetes que surgieron con la idea de poder fomentar el cuidado y las responsabilidades que conlleva tener que hacerse cargo de un ser vivo, pensando principalmente en las mascotas.

Los neonatos, cuentan desde Distroller, son seres que llegaron de un planeta muy lejano llamado Neonatitlan y la única experta en cuidados y que habla Neotomí es La Enfermera Tania, que recientemente visitó Uruguay.

Ella los llama con cariño pimpollos porque no son juguetes, son bebés que vienen a que los niños le transmitan mucho amor. Los nombres de cada una de las especies y juguetes surgen de un equipo creativo que trabaja constantemente para encontrar palabras contagiosas y únicas para generar un vínculo especial con los niños.
Los Ksimeritos son una especie de neonatos de las muchas que tiene Distroller, que ayudan a los niños a estar pendientes de sus vacunas, alimentación, higiene y a quererlos mucho. Al adoptar a uno, los niños se convierten en una madre o padre neonatal.

Los Ksimeritos tienen muchos bebés y pimpollos donde resaltan los Sorpresitos, Neoflobbis, Relouded, Bobbl-Gom, Frappes y Kotton.

Otras propiedades con las que también cuenta Distroller son: Chamoy Amiguis, una línea de muñecas tanto large dolls como fashion dolls con la subcategoría de Teen Tokers, Mexican Paguer (enfocado en personajes mexicanos) y Chikiti Pun Taun que es la propiedad de seres místicos. Todas las propiedades conviven en Distropolis, que es parte del Mundo Distroller.