Uruguay da un paso firme hacia la construcción sostenible con proyectos innovadores que aprovechan su abundancia de recursos forestales. El país, conocido por su industria celulósica, está apostando por la madera para la edificación de viviendas sociales más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Uno de los proyectos más destacados es la construcción de un edificio de siete pisos en Durazno, que aspira a convertirse en el más alto de su tipo en Sudamérica. El uso de madera laminada cruzada, también conocida como mass timber, ofrece beneficios en términos de resistencia térmica, eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. Este enfoque no solo busca reducir costos y plazos de construcción, sino que también contribuye a la mitigación del cambio climático al secuestrar carbono, siguiendo la tendencia mundial hacia la construcción sostenible.
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El proyecto en Durazno es resultado de un concurso internacional, liderado por el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, la Agencia Nacional de Vivienda, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Intendencia de Durazno. En manos de Enkel Group, el edificio se convertirá en un referente en la región y una muestra de las capacidades de la construcción con madera. Además, el país apunta a utilizar madera de reforestación de bosques gestionados por empresas privadas, promoviendo prácticas sostenibles. Este enfoque no solo beneficiará la eficiencia energética y la reducción de la huella ambiental, sino que también respalda el compromiso del país con la reducción de emisiones de carbono y el desarrollo local.
El impulso hacia la construcción sostenible no se limita al proyecto de Durazno, ya que la agencia Mevir también aborda núcleos habitacionales horizontales en madera en el centro del país. Uruguay busca así diversificar sus opciones de construcción y promover la sostenibilidad ambiental en el sector. Aunque algunos cuestionamientos se plantean sobre la competitividad económica de estas construcciones, la apuesta por la madera de calidad y la subvención estatal demuestran la voluntad del país de liderar en prácticas constructivas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. La construcción del edificio en Durazno marca un hito en el camino hacia un futuro más verde para Uruguay y su industria de la construcción.
Con información de El País
