Eurocámara en Uruguay y Paraguay: una «misión fructífera»

Según publica el portal DW Jordi Cañas, presidente de la Delegación para las Relaciones con los países del Mercosur afirmó: «No hemos encontrado a nadie que afirme que el Acuerdo UE-Mercosur es malo. Lo contrario: nos han dicho que hay que profundizarlo y que tenemos que tener garantías de que la parte de cooperación y diálogo político se desarrolla, que tenemos que ser más ambiciosos”.

Después de una semana en que una delegación de la Eurocámara mantuvo encuentros en Uruguay y Paraguay con los vicepresidentes, ministros, empresarios, sindicatos, organizaciones medioambientalistas y de derechos humanos, Cañas reafirma la esperanza de que pronto se logre avanzar en la ratificación de ese acuerdo.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

La reciente visita de la delegación de la Eurocámara tuvo lugar en un momento en que Bruselas quiere intentar recobrar el terreno perdido en América Latina. A más tardar con la crisis energética y alimentaria surgida de la invasión rusa a Ucrania, la óptica de las instituciones de la UE apunta a acercar a los socios fiables.

Cabe recordar que el acuerdo, aprobado en principio en junio de 2019, sigue en espera de su ratificación. Con los países latinoamericanos a favor de este gigante tratado de libre comercio, han sido más bien los socios europeos los que han mostrado reticencias por el impacto que tendría en la producción europea.

Por otro lado, los estándares y el impacto del acuerdo en el medio ambiente en los países latinoamericanos ha sido motivo de presión para no avanzar con un pacto que tiene tras sí ya dos décadas en trámite.

No solo España y Portugal

«Necesitamos instrumentos para poder trabajar mejor juntos”, sigue Cañas, eurodiputado por España, que empuja, junto con Portugal, las relaciones con América Latina. El fuerte interés de estos dos países en la región no ha sido el denominador común entre los 27 países de Unión.

Pero la situación ha cambiado, y la crisis energética ha puesto más en valor las fuentes renovables y las materias primas que pueden venir del Nuevo Continente. «Hay muchos retos que compartimos y que nos atañen a todos”, recuerda Cañas. Cabe añadir que, a pesar de que desde las instituciones europeas se han dado últimamente señales positivas en cuanto a la creciente importancia de América Latina y la culminación de esos acuerdos, los hechos concretos se hacen esperar.

China y Rusia

Pero los espacios vacíos se llenan, advierten una y otra vez los que ven con preocupación la creciente influencia de China en la región. También la rusa. Aunque los países latinoamericanos condenaron la invasión a Ucrania, las medidas coercitivas europeas no han encontrado gran eco en la región.

Con todo, «cuando miro a Paraguay, veo un país que ha sido uno de los primeros en levantar la mano y ha tomado la decisión valiente de apoyar a Ucrania y a los europeos, especialmente a Ucrania, en un contexto complicado, corriendo el riesgo de perder mercado para un producto clave como el de la carne de exportación”, afirmó Cañas.

Efectivamente, ya desde antes de la guerra en Ucrania, Paraguay está viendo cómo Rusia restringe sus importaciones. Por otro lado, en el aire está un acuerdo de libre comercio entre Uruguay y China, algo que podría tener mucho impacto en los otros países del Mercosur.

¿Cuán grande es el temor al avance de China? «La República Popular China hace lo que tiene que hacer: intentar tener presencia económica y política en América Latina. Aunque es un adversario comercial, su estrategia hay que respetarla”, responde Cañas.

«Independientemente de ello, lo que nos corresponde a nosotros es intentar que la Unión Europea tenga en la región la representación que necesita, y no emitir señales que hagan pensar que América Latina no está entre sus prioridades”, agrega Cañas.

Como fuere, en la nueva estrategia europea para la región consta la necesidad de presencia política, también en los países más pequeños. «Es que la importancia de los países no va en proporción a su tamaño”, objeta Cañas, también vicepresidente de la Asamblea Eurolatinoamericana (Eurolat). Cabe resaltar que, a pesar de que al más alto nivel la presencia europea en América Latina dejó mucho que desear, a nivel del Parlamento Europeo no se ha cesado de cultivar las relaciones.

«El valor de Uruguay no se mide en sus 3,5 millones de habitantes, sino en su estabilidad institucional extraordinaria, en su capacidad para atraer inversiones y ser un centro logístico importante, para afrontar retos de futuro con mucha visión, en su manera elegante de influir en la región”, subraya.

«Hemos logrado transmitir el mensaje del interés y la importancia que le damos a la región en general, y a Paraguay y Uruguay en particular. Nuestra misión ha sido muy fructífera.”, concluyó el político español.