El Banco Itaú mantuvo su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 4,5% para 2022. En un informe a clientes de mayo indicó que el “sólido desempeño de los principales indicadores de actividad y el fuerte arrastre estadístico de 2021 respaldan” su proyección. Al mismo tiempo advirtió que la “débil actividad esperada en la segunda mitad de este año en Brasil y Argentina probablemente frenará el crecimiento secuencial, considerando también el desvanecimiento del beneficio de la reapertura económica”.
El Índice de Precios del Consumo (IPC) proyectado está por fuera del objetivo del Banco Central (BCU), que entre 3% y 7%, y de entre 3% y 6% a partir de septiembre de este año.
La inflación acumuló 9,37% en los 12 meses cerrados a mayo y se mantuvo estable por segundo mes consecutivo en términos interanuales. El indicador tuvo la misma variación que en los 12 meses cerrados a abril y, además, marcó una diferencia mínima frente a marzo, cuando marcó 9,38%.
Los precios crecieron 0,46% en mayo, y las dos divisiones que tuvieron una mayor influencia en la suba mensual fueron el transporte y la vivienda, ambos con una incidencia de 0,12 puntos porcentuales. En la vereda contraria estuvieron los alimentos y las bebidas no alcohólicas, ya que la categoría indició en -0,08 puntos porcentuales debido a que los precios marcaron un descenso de 0,28%.
Sobre la tasa de política monetaria, estiman que alcance un máximo de 10,5%. La estimación fue previo a que el Comité de Política de Monetaria (Copom) del BCU decidiera el 18 de mayo aumentar la tasa de interés de referencia (el “precio del dinero”, es decir lo que pagan los bancos por obtener liquidez a un día de plazo) en 75 puntos básicos al pasar de 8,5% a 9,25%.
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