Economía en Uruguay se ha mantenido estable, según Ceres

beneficio neto

En el contexto económico de Uruguay, el Índice Ceres ha arrojado resultados que indican cierta estabilidad durante el mes de septiembre, marcando un quiebre en la tendencia negativa que se había registrado en los trimestres anteriores. Este indicador, conocido como el Índice Líder Ceres (ILC), se mantuvo en un 0,0% durante dicho mes, lo que representa una pausa en la serie de descensos que venía experimentando la economía del país sudamericano. Sin embargo, la incertidumbre persiste en cuanto a la dirección que tomará la economía uruguaya en los próximos tres meses, ya que este registro neutral no proporciona una clara señal de recuperación o deterioro económico.

Desde el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), se destaca la necesidad de ser cautelosos al analizar la situación económica del país. A pesar de la estabilidad registrada en septiembre, se alerta sobre diversos desafíos que podrían afectar el crecimiento. Entre estos desafíos se encuentran los efectos de la sequía, problemas de competitividad que impactan en las exportaciones y una diferencia cambiaria con Argentina que se hace sentir, especialmente en las regiones fronterizas. El ILC, al considerar múltiples variables tanto internas como internacionales, se presenta como un indicador que puede anticipar tendencias económicas en tiempo real, aunque en este momento no ofrece un claro pronóstico.


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En cuanto al Índice de Difusión (ID) de septiembre, este indica que la mayoría de las variables económicas experimentaron caídas, aunque estas fueron de menor magnitud en comparación con las que mostraron crecimiento, lo que resultó en un registro neutro. Esta ambigüedad refleja la complejidad de la situación económica uruguaya en este momento.

Uno de los sectores más afectados es la construcción, con factores como la finalización de la segunda planta de UPM, la disminución del empleo debido a la construcción del Ferrocarril Central y la parada de la refinería de ANCAP desde septiembre, que se espera que dure varios meses. Además, el sector agropecuario enfrenta desafíos significativos, con una caída del 18% en las exportaciones de bienes en septiembre, impulsada por la disminución en la exportación de soja y carne bovina. La sequía ha tenido un impacto negativo en la producción de soja, lo que se traduce en una reducción significativa de los ingresos por exportaciones en comparación con el año anterior.

Otro factor que afecta al sector agropecuario es la falta de competitividad debido a la depreciación del dólar, que está más de cinco pesos por debajo de los niveles de principios de 2022. El tipo de cambio real (TCR), que compara los precios de la economía nacional con los de los principales socios comerciales de Uruguay, muestra una disminución persistente en los últimos dos años, lo que plantea desafíos adicionales para el sector exportador.

En resumen, la economía uruguaya enfrenta un momento de incertidumbre y desafíos, a pesar de la estabilidad momentánea registrada en el Índice Líder Ceres en septiembre. Los problemas de sequía, competitividad y la situación cambiaria con Argentina continúan siendo preocupaciones clave que afectan el crecimiento económico y la actividad en diferentes sectores del país.

Con información de Ámbito