Declive accionario de Falabella: claves para entender su situación

falabella Raquel Argandoña

Falabella, uno de los principales retailers de América Latina, se encuentra en un momento de profundos cambios y desafíos. Aunque la empresa registró utilidades por US$ 61 millones en el segundo trimestre de este año, gracias a una estrategia de último minuto, estas ganancias representan una disminución del 12.5% en comparación con el mismo período del año anterior. Además, su EBITDA se desplomó un 42%, y la compañía acumuló pérdidas por US$ 6 millones en los primeros seis meses de 2023. Como parte de sus ajustes para enfrentar esta situación, más de 9,000 trabajadores han dejado la empresa, y Falabella ha comenzado a vender activos con la esperanza de recaudar unos US$ 400 millones. En este contexto, Enrique Ostalé asumió la presidencia del directorio hace cuatro meses y ya tomó decisiones significativas, como la salida de Gastón Bottazzini, gerente general corporativo.

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El presente de Falabella se entiende mejor al observar su historia reciente. Hace unos años, la empresa apostó fuertemente por su negocio en línea, adquiriendo el marketplace Linio en 2018. Sin embargo, enfrentó desafíos significativos, incluido el estallido social de 2019 y la pandemia, que pusieron a prueba su capacidad de respuesta logística y afectaron su reputación. En 2021, Falabella lanzó una nueva plataforma de ventas digitales con la esperanza de consolidar su presencia en línea. Sin embargo, esta estrategia aún no ha dado los resultados esperados, y la empresa se encuentra en números rojos.

En septiembre, Gastón Bottazzini, quien lideró la estrategia digital de Falabella, renunció como gerente general después de más de cinco años en el cargo. El presidente del directorio, Enrique Ostalé, señaló que Bottazzini enfrentó un período muy difícil marcado por la transformación digital en medio de la pandemia, la inflación y el aumento de las tasas de interés. Además, el directorio de Falabella ha experimentado cambios significativos este año, con la incorporación de Enrique Ostalé como presidente, siendo el primer presidente externo a las familias controladoras de la empresa.

La prioridad actual de Falabella es mejorar su rentabilidad, y aunque enfrenta una deuda creciente, la compañía insiste en que tiene la liquidez y la capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras. Aunque el foco está en los resultados y en la omnicanalidad, Falabella no tiene previsto un aumento de capital en el corto plazo. En resumen, la empresa está atravesando un período de transformación y ajustes mientras busca superar los desafíos económicos y operativos que enfrenta en el cambiante entorno comercial.

Con información de Emol

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