La Caja de Profesionales Universitarios enfrenta una situación crítica que podría llevarla a la quiebra en 2025, según estimaciones. En una reciente sesión de directorio, se aprobó la redacción de un nuevo pliego de condiciones para contratar una auditoría que examine la gestión de los últimos diez años y determine las razones detrás de la crisis. La presidenta de la Caja, Virginia Romero, se abstuvo en la votación. La entidad busca una auditoría que aclare qué decisiones o falta de ellas contribuyeron al estado actual, ante un déficit acumulado de 39 millones de dólares en los estados financieros de agosto.
La Caja de Profesionales está llevando a cabo esfuerzos para explicar a sus afiliados las razones detrás de su situación económico-financiera crítica, que podría resultar en una quiebra en 2025. Estudios internos desde hace 11 años ya señalaban la inviabilidad a largo plazo de la institución. Ante la necesidad de comprender qué ocurrió en la última década, se busca realizar una auditoría de gestión.
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En la sesión de directorio, se planteó la posibilidad de realizar un llamado internacional para contratar una consultora extranjera para la auditoría. Sin embargo, surgen dificultades legales en cuanto a la habilitación de empresas extranjeras. A pesar de ello, algunos directores insisten en la importancia de esta auditoría y buscan recursos internos para llevarla a cabo, incluso recortando otros rubros.
En paralelo a esta situación, la Caja busca incorporar profesionales de 45 carreras para aumentar los aportes. Sin embargo, el proyecto de ley correspondiente aún debe ser votado por el Parlamento. Las carreras incluyen áreas como diseño, ingeniería, música, artes visuales, seguridad y salud ocupacional, entre otras.
La situación financiera de la Caja de Profesionales refleja la necesidad urgente de medidas y evaluaciones que permitan comprender y enfrentar los desafíos que amenazan su continuidad.
Con información de El País
