Transformación digital: El poder de la nube en la transformación digital de las empresas

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Las plataformas tecnológicas les dan a las personas la posibilidad de acceder a la información en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo que ha impulsado dentro de las compañías y su fuerza de trabajo, la necesidad de ser parte de la transformación digital.

La transformación digital, sobre todo, durante los últimos 18 meses, es decir, desde que se generó la emergencia sanitaria ocasionada por la aparición del covid-19, tuvo un aceleramiento que modificó la forma en la que las entidades venían haciendo sus negocios y delineando su futuro, tanto así que, de acuerdo con Forbes Colombia, el 80 por ciento de las empresas en el mundo adelantaron dicho proceso.


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De lo anterior, hace parte la computación en la nube, un conjunto de recursos tecnológicos que no solo permiten el acceso a datos almacenados, sino la posibilidad de hacer uso de ellos a través de internet, sin tener que contar con un servidor o una infraestructura.

Velocidad y flexibilidad

Una de las principales ventajas que tiene la computación en la nube es la capacidad de democratizar el uso de la tecnología, pues las inversiones que las compañías realizaban en esta materia dependían, en gran parte, de una ruta que ejecutaban para la toma de decisiones de renovación, actualización o aceleramiento digital.

“La computación en la nube y sus distintas aplicaciones permite que las áreas del mundo corporativo tengan acceso a la tecnología y que las empresas puedan transformar la manera en la que operan en diferentes ámbitos como el contacto con el cliente, eficiencia, productividad y relación con el ecosistema, entre otros. De igual manera, les da la ventaja de acelerar y flexibilizar sus procesos como no se había visto antes, pues cuando las empresas tomaban una decisión en ruta hacia la transformación digital, la llevaban a cabo con base en algunas premisas y opciones en tecnología que podían presentar una inversión de 10 o 20 años. Hoy en día, gracias a la agilidad de la nube, pueden tomar decisiones a corto plazo, esperar victorias tempranas de forma más realista en sus inversiones en tecnología y convivir con distintas plataformas”, afirma Fernando Silvestre, Country Manager de NEORIS en Colombia.

Mantener una armonía dentro de esas decisiones que se mencionan representan un gran desafío para las empresas, ya que no solo deben luchar por conservar una homogeneidad en materia tecnológica, sino también al generar su actividad en las distintas áreas del sector y sus modelos de negocio.

“Hay sectores que tienen un mayor avance y una mayor velocidad alrededor de esta transformación que ocurre en todo el concepto de nube y otros que están en etapas más tempranas, lo que al final del día es lo que nos lleva a pensar en un concepto de nube verticalizada que consiste en entender que, en los distintos sectores de la economía, las necesidades son diferentes según la industria y van cambiando rápidamente. Es clave saber que en esas distintas realidades cada sector tiene su particularidad y, una vez que vemos esto, las empresas empiezan a alcanzar modelos de negocio de forma ágil y crear nuevas rutas de contacto con el cliente”, continúa Silvestre.

En medio de ese panorama, el cliente y las rutas de contacto con él se convirtieron en un factor relevante para las pequeñas, medianas y grandes empresas que, en su momento, se enfocaron en fabricar productos y ofrecer servicios sin realmente saber cuál era el comportamiento de su consumidor, pero que en la actualidad ya hacen parte de esa revolución que se dio por la disponibilidad y el uso de la información.

“De alguna forma la revolución que esto está generando consiste en acercar más a las empresas a sus consumidores, lo que demuestra que es una transformación económica muy grande el poder generar nuevas rutas y formas de mercado en las que las empresas y sus clientes se van relacionando como, por ejemplo, la revolución del teletrabajo en tiempos de pandemia”, explica Silvestre.

Menos costos y más seguridad

Si de la parte financiera se trata, la computación en la nube contribuye a que las empresas reduzcan costos. Hace algunos años funcionaban de acuerdo con los compromisos que asumían cuando adquirían plataformas para su funcionamiento y comunicación, sin embargo, esa relación que en ese tiempo era difícil de cambiar o alterar y que tenía unos costos estables dio un giro de 360 grados.

“Una de las relaciones importantes que tiene la nube respecto a la parte económica es que el costo de inversión en tecnología va bajando a lo largo del tiempo producto de la escala. Las empresas, al tener acceso a plataformas digitales, van disminuyendo el costo de acceso a la tecnología. Por otro lado, las inversiones en este campo antes tenían componentes en costos de infraestructura y administración, hoy en día la escala que permite la computación en la nube, cuando uno piensa en las grandes plataformas a nivel mundial, va generando que no solo se disminuyan costos, sino complejidad y riesgos asociados a la manutención de esas inversiones”, dice Silvestre.

Pero la seguridad es quizás uno de los puntos que más ocasionan preocupación, y en ese sentido, vale la pena reconocer que hay un gran avance y una mayor atención a la ciberseguridad y a mantener a salvo la información importante tanto de la compañía como de los clientes, de la mano de un crecimiento y una maduración de la protección de datos de las instituciones de servicios financieros, las telecomunicaciones y otros sectores como la salud y la educación.

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