Casi dos tercios de las empresas encuestadas están llevando a cabo actualmente un programa de transformación digital, y otro cuarto se encuentran planeando uno de manera inminente, lo que sitúa la digitalización como una de las principales prioridades estratégicas para las empresas a nivel mundial. En el informe global, que ha elaborado del despacho de abogados Baker McKenzie, Digital Transformation & Cloud Survey se desprende que, para muchas organizaciones, la digitalización de sus negocios es un proceso que está resultando particularmente difícil de llevar a cabo de manera eficiente.
De hecho, el estudio sobre transformación digital y la nube del bufete de abogados líder global revela que solo una de cada tres empresas que han pasado por un proceso de transformación digital afirma realmente haber mejorado sus operaciones, a pesar de que la agilidad empresarial se cita como la razón principal para embarcarse en el proceso. Muchos de los encuestados también expresaron su preocupación por una mayor confusión operativa y la necesidad de incorporar procesos y tecnología adicionales a raíz de la digitalización de sus negocios.
Tal y como destaca Raúl Rubio, socio responsable de tecnología en Baker McKenzie «para obtener el mayor retorno posible de los procesos de transformación digital es clave contar con una visión integrada de los aspectos de negocio, tecnológicos y legales. Ya existen suficientes factores de incertidumbre en el contexto actual como para no tener en cuenta aquellos otros sobre los que sí podemos tener control y nos pueden ayudar a tomar decisiones acertadas».
La monetización de datos y nuevas tecnologías parece ser uno de los grandes beneficios sin explotar de la digitalización. Esto se debe a que la mayoría de las empresas todavía se centran principalmente en ser más eficientes desde el punto de vista operativo en lugar de utilizar la transformación digital para aprovechar nuevas oportunidades comerciales y monetizar nuevos enfoques de negocio.
Los ejecutivos encuestados en el estudio de Baker McKenzie también siguen estando particularmente preocupados por la ciberseguridad, con el 42% de los mismos citando la necesidad de «mejorar la ciberseguridad» como uno de los tres factores clave impulsores de la aceleración de los procesos de transformación digital en sus empresas en el contexto de la pandemia. La gran mayoría de los encuestados también afirmó que están invirtiendo «fuerte o muy fuertemente» en mejorar la seguridad de sus datos corporativos en sus empresas.
Cloud computing y Blockchain
Mientras tanto, el habilitador número uno de transformación digital sigue siendo el cloud computing. Sin embargo, la encuesta también confirma un marcado aumento en la dependencia de los servicios de nube privada en algunas empresas, impulsado, en parte, por la promesa de una mejor seguridad de los datos corporativos y previsiones de una mejor recuperación de los mismos ante sucesos inesperados. Este proceso se ha acelerado, aún más, con la adopción del trabajo remoto entre empresas en el contexto de los confinamientos domiciliarios debidos a COVID-19.
Según Raúl Rubio, socio responsable de tecnología en Baker McKenzie, «la gestión de la ciberseguridad es uno de los grandes retos a los que están teniendo que hacer frente las organizaciones. El trabajo en remoto ha venido para quedarse incluso en los sectores más tradicionales y es necesario gestionar los riesgos que esta mayor exposición genera. Frente a esta gran amenaza, no todo se resuelve con mayor gasto en tecnología. Contar con protocolos adecuados es fundamental y nos puede ayudar a gestionar riesgos legales y reputacionales. Por otra parte, muchos de los fallos de seguridad están relacionados con errores humanos. La formación y concienciación ayudarán a minimizarlos.»
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