Según publica el portal Ituser.es el coste medio de una violación de datos para las empresas que sufrieron una «transformación digital muy significativa» durante la pandemia fue de 4,26 millones de dólares. Las organizaciones en una fase madura de modernización de la nube perdieron, de media, 252 días en identificar y contener una violación de datos.
El informe de seguridad calculó que una brecha en la nube pública cuesta una media de 4,8 millones de dólares. Cuando se trata de violaciones en la nube privada, se fijó el coste en 4,55 millones de dólares, y para las violaciones en la nube híbrida, el coste es de 3,61 millones de dólares. Y las violaciones en la nube siguen aumentando a un ritmo alarmante.
Las desconfiguraciones en la nube son una de las principales causas de los ataques. Los entornos en la nube sumados al aumento de los puntos finales también crean una «superficie digital» más amplia. Los ciberdelincuentes utilizarán el phishing, el hackeo de cuentas, el malware y los ataques DDoS para encontrar el punto de entrada más débil.
Además, las organizaciones que dependen de sus entornos en la nube para operar pueden ver obstaculizado el funcionamiento de su negocio si sus sistemas en la nube se ven comprometidos. Los ataques de ransomware suelen provocar el cierre de las operaciones de las organizaciones.
La complejidad de la nube y la nueva tecnología también pueden generar errores humanos y desconfiguraciones de seguridad. Por último, el cumplimiento de la normativa, la pérdida de visibilidad, los datos y las cargas de trabajo en los entornos de nube también suponen un reto.
