Según publica el portal Ituser.es si usted es el defensor de una iniciativa de transformación digital, es probable que haya querido cambiar la forma de interactuar con los clientes, ofrecer un mejor servicio, utilizando los datos para marcar la diferencia. Y luego, en algún momento, la cosa cambió. Tal vez se topó con el muro (de la resistencia de los empleados). Tal vez esté agotado de explicar a su equipo ejecutivo por qué los procesos manuales e inconexos no le llevarán a donde quiere estar. Tal vez sientas que has estado luchando una batalla cuesta arriba contra todo el mundo (TI, ventas, marketing, finanzas) y estés dispuesto a tirar la toalla.
En la transformación digital no puedes lanzarte sin más; tienes que hacer acopio de fuerzas para obtener los mejores resultados.
Tenga un plan. Según una estadística muy citada de Deloitte, el 70% de los esfuerzos de transformación fracasan. Muchas cosas contribuyen a ello, pero un factor clave es la falta de un plan. Es fácil subestimar la complejidad de la transformación: no se trata de un único proyecto u objetivo, sino de un viaje continuo. Tómese el tiempo necesario para crear un plan que aborde todas las partes y piezas que le llevarán a la línea de meta.
Empieza por el principio. Recuerde que la transformación digital no es un proyecto de TI que tiene éxito o fracasa en función de la tecnología. Es un esfuerzo de toda la organización que requiere un cambio en toda la empresa para tener éxito. Y eso significa que debe centrarse en la ejecución de su plan, paso a paso.
No olvide los días de descanso. Céntrese en la experiencia de los empleados y tómese el tiempo necesario para que el cambio sea emocionante, en lugar de un frío dictado.
