La doble transformación: digital y sostenible, la estrategia de combinar recursos físicos y digitales es un buen punto de partida que colabora a establecer estándares de requisitos de sostenibilidad.
Las empresas ya se dieron cuenta que la sostenibilidad es una buena inversión. Su asociación a los recursos físicos del planeta la instaló como métrica usual para medir su impacto en el medio ambiente. Sin embargo, su alcance, implementación y medición es mucho más amplio; y se potencia con la tecnología.
Las emisiones de CO2 de las maquinarias en las plantas de manufactura, los envases ecológicos o los ingredientes respetuosos con el medio ambiente son, sin embargo, solo algunos de los ejemplos en un entorno que cambia al mismo ritmo que el rápido y continuo desarrollo del mercado empresarial.
El creciente compromiso de las empresas con la sostenibilidad en los últimos años ha fomentado, además, la búsqueda de proveedores con mayores estándares y especialización en los aspectos sostenibles asociados a cada negocio, industria o sector.
Las certificaciones, así como los proyectos sostenibles se han convertido en los KPI -Key Performance Indicators por sus siglas en inglés- es decir, en indicadores de desempeño para evaluar la calidad de un proveedor.
Mantener los niveles alcanzados a través de la mejora del producto y la gestión de los recursos a menudo no es suficiente ya que a medida que se desarrolla el sistema de sostenibilidad, los procesos y las herramientas deben desarrollarse también.
Entonces, la estrategia de combinar recursos físicos y digitales es un buen punto de partida que colabora a establecer y monitorear los estándares de requisitos de sostenibilidad en el marco del contexto del cambio empresarial.
El avance tecnológico no siempre es sinónimo de sostenibilidad
Muchos sectores ya han comenzado a aprovecharlo. Por ejemplo, los proveedores de servicios financieros invierten en tecnologías que fomentan desarrollos a largo plazo y estrategias de anticipación del crecimiento.
Las empresas que buscan la eficiencia de los recursos informáticos confían en los proveedores de computación en la nube para el aprovisionamiento de procesamiento y el mantenimiento de las infraestructuras físicas.
Los fabricantes de automóviles y maquinarias implementan tecnologías automatizadas para el control de calidad y la gestión de recursos. Sin embargo, estar a la altura de los estándares de sostenibilidad no es una tarea fácil.
El avance tecnológico no siempre es sinónimo de sostenibilidad. Ejemplos recientes demostraron que caminar en el desarrollo de productos respetuosos con el medio ambiente no es tan fácil como parece.
El acento virtual de los mercados digitales a menudo transmite la idea de que tales ecosistemas tienen muy poco impacto en el medio ambiente y el cambio climático. Sin embargo, tecnologías potencialmente útiles como blockchain aún pueden tener efectos secundarios negativos superiores a su utilidad.
De hecho, estudios han demostrado que la criptomoneda en sí misma tiene una de las huellas ambientales más altas entre los últimos avances digitales. Los cálculos relacionados a la minería de monedas establecen que consumen una cantidad de energía de alrededor de 40 kilotones de desechos electrónicos anuales en 2022, según datos arrojados por el Bitcoin Electronic Waste Monitor, metodología de evaluación de los desechos electrónicos.
Conoce más aquí
