La afirmación es hecha por el Instituto Australiano de Política Estratégica, que mostró en un informe que la mayoría de las ramas tech están siendo lideradas por la nación asiática, con Estados Unidos en el segundo lugar. La idea de un «monopolio» de innovaciones, levanta preocupaciones sobre seguridad e influencia.
El Instituto Australiano de Política Estratégica dio a conocer esta semana los resultados de su Rastreador de Tecnología Crítica, un proyecto que iniciaron en 2021 y que monitorea los avances de aquellas tecnologías emergentes con capacidad de «mejorar significativamente, o presentar riesgos para los intereses nacionales de un país, incluyendo la prosperidad económica, cohesión social y seguridad nacional».
La investigación reveló que China ha construido una ventaja sorprendente en la investigación de la mayoría de los dominios, lo que le permite posicionarse como la superpotencia científica y tecnológica líder en el mundo, generando importantes beneficios económicos y militares para su territorio.
En detalle, la nación asiática lidera en 37 de los 44 campos estudiados, entre los que se encuentra el 5G, la ciberseguridad, los drones y la biotecnología. Asimismo, el sondeo —que identifica los países líderes en base al número de publicaciones más citadas de los últimos cinco años— arrojó que los otros siete campos sobrantes son liderados por Estados Unidos.
Entre esas ramas está la computación cuántica, la creación de vacunas y los sistemas de lanzamiento espacial. Ante estos resultados, el Instituto Australiano enfatiza en cómo «las democracias occidentales están perdiendo la competencia tecnológica global» lo que plantea varios riesgos, como la transferencia de tecnología involuntaria y la falta de reciprocidad en la inversión extranjera.
Además, los sistemas tecnológicos críticos podrían estar sujetos a la influencia política y la manipulación, lo que representa una amenaza para la seguridad.
