El Gobierno da luz verde a un decreto ley que entra en vigor mañana 31 de marzo, un paraguas legal que permite a las tiendas y supermercados limitar cuántos productos puede llevarse cada comprador. Será en circunstancias excepcionales en un contexto de escasez como los recientes problemas del transporte y falta de suministros.
Los recientes paros en el transporte de mercancías han vuelto a poner en jaque a supermercados y tiendas de alimentación. La ley del comercio minorista establecía hasta este decreto ley que los comerciantes no podían limitar la cantidad de productos que puede llevarse cada consumidor. Y que, si no había existencias suficientes, se deben vender a quien llegue primero.
La nueva normativa aprobada hoy por el Gobierno da vía libre a regular la venta de ciertos productos, de forma excepcional y “cuando existan circunstancias extraordinarias de fuerza mayor”. Esta medida debe estar justificada solo “cuando sea necesario evitar el desabastecimiento” y por tanto garantizar el acceso a los productos de forma equitativa.
En paralelo, el decreto ley permite que las empresas que tengan que sustituir ingredientes que escaseen por otros similares puedan cumplir las normas de etiquetado con pegatinas o códigos QR que sustituyan las etiquetas actuales de sus productos.