A estas alturas, parece sensato decir que hablaremos de inteligencia artificial durante mucho tiempo. Si tenemos suerte, hablaremos de cómo hemos encontrado formas prácticas de incorporarla a productos que añaden valor a nuestras vidas. Por otro lado, si el CEO de Google, Sundar Pichai, tiene razón, las cosas podrían resultar muy diferentes.
En una entrevista reciente en CBS News, Pichai habló sobre el potencial y los riesgos de la inteligencia artificial. «Siempre he pensado que la IA es la tecnología más profunda en la que está trabajando la humanidad», dijo Pichai. «Más profunda que el fuego o la electricidad o cualquier cosa que hayamos hecho en el pasado».
Es interesante que Pichai utilizara los ejemplos del fuego y la electricidad. Ambos son transformadores y cambiaron el mundo tras su descubrimiento Es difícil pensar en algo que haya cambiado la vida cotidiana de los humanos más que el fuego, excepto quizá la electricidad.
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Y sin embargo, a pesar de todo el valor que añaden a nuestras vidas, el fuego y la electricidad son dos de las fuerzas más peligrosas y destructivas del universo, si no se controlan.
La mayoría estaríamos de acuerdo con Pichai, al menos con la parte de que la inteligencia artificial es una tecnología profunda. En muchos sentidos, permite a los ordenadores hacer cosas que no podrían hacer de otro modo.
Pero, según Pichai, también es peligrosa. Cuando Scott Pelley, de CBS News, le preguntó por los inconvenientes, Pichai explicó lo que le quita el sueño. «El inconveniente es que, en algún momento, la humanidad pierde el control de la tecnología que está desarrollando», dijo Pichai.
Esa frase dice mucho. Si eso ocurre, como el fuego o la electricidad, la inteligencia artificial podría tener efectos destructivos. No quiero decir que crea que los ordenadores y los robots van a apoderarse del mundo. Tampoco creo que Pichai se refiera a eso.
Hay muchas formas de que «la humanidad pierda el control de la tecnología que está desarrollando». En el caso de la inteligencia artificial, el mayor riesgo ahora mismo es que entendemos muy poco de los efectos derivados. No sabemos qué ocurre cuando se descontrola«.
«La urgencia es trabajar y desplegar la IA de forma beneficiosa», dijo Pichai. «Pero, al mismo tiempo, puede ser muy perjudicial si se despliega mal. Y aún no tenemos todas las respuestas. Y la tecnología avanza muy deprisa. ¿Y eso me quita el sueño? Por supuesto».
La lección aquí es que las cosas que se diseñan para ayudarnos o entretenernos tienen consecuencias imprevistas. La tecnología puede facilitarnos la vida de muchas maneras, pero también puede perjudicarnos, normalmente de formas que nunca habíamos pensado.
En el caso de la IA, los beneficios podrían ser enormes y cambiar la sociedad. Al mismo tiempo, los riesgos son desconocidos y también podrían cambiar la sociedad. Al menos, la advertencia de Pichai debería hacer que todo el mundo se detuviera a considerar las lecciones aprendidas de fuerzas anteriores con el mismo potencial para el bien… y para la destrucción.
