El visual merchandising es la estrategia que se utiliza para la presentación de los productos, trabajando en la estética del punto de venta, con el objetivo de captar la atención y atraer a los clientes.
Si se realiza correctamente, se obtienen los siguientes beneficios:
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Atraer a los posibles compradores, sumando una manera más, visual, de adquirir nuevos clientes.
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Aumentar las ventas y lograr la fidelización del cliente, sumando un nuevo recurso de imagen de la marca.
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Dar una primera imagen favorecedora. Muchas veces, la primera impresión es sobre la forma en que se presenta el producto, más que del producto en sí mismo.
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Al requerir de habilidades creativas, puede ayudar a aprovechar espacios que no están generando impacto, transformándolos en una parte más de la estrategia de venta.
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En épocas del año en particular, puede ser un llamado para clientes que están buscando productos con una temática en especial. Por ejemplo, navidades, épocas de vuelta al colegio, vacaciones escolares, etc.
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Marcar una diferencia con los competidores. Al haber un mercado que inevitablemente ofrece los mismos o similares productos en diferentes comercios o marcas, el visual merchandising, puede establecer la diferencia por la que un cliente elige uno u otro.
¿Cómo podemos hacer un visual merchandising efectivo?
El visual merchandising está ligado al aumento en el número de compras de los clientes en el punto de venta, ya sea virtual o físico. Algunos estudios como el estudio de Nielsen, determina que la mayoría de las decisiones de compra se producen exactamente en el lugar, por impulso de compra. Existen algunas claves para que estas compras se hagan efectivas, y te las dejamos acá debajo:
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Prestar atención al retorno que produce el producto, según el espacio que está ocupando. No ocupar los espacios de manera que la cantidad sea muy grande y termine no resultando agradable.
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Los espacios dentro del lugar de venta tienen que resultar cómodos. El cliente no tiene que tener la necesidad de salir del lugar, sino que debería no aburrirse ni molestarse por alguno de los aspectos. Los errores más comunes suelen ser la falta de luminosidad, o del clima adecuado.
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Dependiendo del producto que se ofrece, se pueden realizar diferentes acciones que generen comodidad. La música, o el aroma del ambiente, hacen que el ambiente se amenice y que el cliente se sienta a gusto. Cuando el producto es comestible, las degustaciones pueden romper con el primer paso, que es el de conocerlo, haciendo que el cliente ya sepa que es de su agrado y que quiere comprarlo.
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Orientar al cliente dentro de la tienda. Más allá de los típicos carteles de sector de hombres y mujeres en los comercios de ropa para ambos sexos, se puede ofrecer al cliente una experiencia de compra diferente, ayudando a la orientación dentro del comercio mediante cualquier otro recurso visual.
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Así como la venta muchas veces se da por impulso, la interrupción del mismo por falta de información, o incomodidad, o cualquier cosa que afecte al desarrollo confortable de la compra, puede hacer que el cliente se vaya sin terminarla. El visual merchandising actúa en cualquiera de los procesos de la compra, o en todos a la vez, partiendo desde el momento en que el comprador no conocer el producto, hasta que ya lo adquirió.
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Utilizar elementos que no tengan que ver con el producto, haciendo que llame la atención. A partir de ahí el cliente se pregunta: “¿qué hace esto acá, si este negocio vende esto otro?” y con ello se logra que se conozca y recuerde el producto.
La propuesta es amplia y a la vez debe ser personalizada, aunque se responda a ciertos análisis en las estéticas que más venden o que más llaman la atención para cada tipo de producto. Llegando al final de este artículo, esperamos haberte ayudado a comprender qué es el visual merchandising, cuáles son sus beneficios y cómo realizarlo efectivamente.
