Con 6 meses de gestación, un equipo multinacional de 12 expertos y un programa piloto para afinar su primer producto, Hitch es una startup que nació en la pandemia con el objetivo de cambiar la industria y ser una solución de Talent Tech para automatizar las tareas y decisiones de la gestión del talento en las empresas. Combina algoritmos de Inteligencia Artificial con Psicología Organizacional y Neurociencia y se ofrece a las empresas de todos los tamaños, en el modelo Software as a Service, con planes que incluyen contratación de una sola vacante hasta un número ilimitado de vacantes al año.
Su CEO y cofundadora, Gabriela Ceballos, aclara que no buscan reemplazar a los reclutadores, sino ayudarles a automatizar el proceso y a escoger al personal ideal, ya que la alta rotación de personal hace que una empresa pierda dinero, además de dar una mala impresión a otros solicitantes. El ahorro de tiempo generado por la automatización puede reducir un proceso inicial de selección que toma meses a unas cuantas horas, pues es un algoritmo el que se encarga de escanear los CVs para encontrar un perfil que, además de evaluar las competencias requeridas, cumpla con otros requisitos para el perfil definido.
El vicepresidente de Producto de Hitch, Raúl Arrabales, ha aplicado sus conocimientos en psicología y ciencias cognitivas para crear los algoritmos que usa Hitch, logrando que la selección del candidato sea basada en el rigor y la evidencia científica, pero tomando decisiones basadas en el conocimiento profundo de la psicología del candidato, para lograr una buena integración de los talentos en la cultura del trabajo de la empresa.
El proceso típico de selección con esta herramienta inicia con la recopilación de los CVs, ya sea que los proporcione la empresa o se integren con plataformas de terceros, como LinkedIn, para después evaluar las competencias y requerir una video entrevista en la que el postulante se graba unilateralmente respondiendo las preguntas creadas para este propósito. La Inteligencia Artificial de Hitch es capaz de detectar expresiones faciales, comunicación no verbal, y procesar el lenguaje natural, de la misma manera que un reclutador humano lo hace. Después de todas las pruebas técnicas se entrega un reporte final con los cinco candidatos finales para que el reclutador haga las entrevistas en vivo y la selección final. Cabe aclarar que el algoritmo no es el mismo en todos los casos, sino que se personaliza para los diferentes tipos de empresa y de puesto.
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