Los hospitales de La Fe de Valencia y San Juan de Alicante apuestan por la tecnología e I+D, con un sistema innovador de transporte de muestras y usando miles de datos para descubrir y prevenir patologías
Un brazo robotizado coge un tubo con la muestra de un paciente. Lo coloca en un coche independiente e inteligente monitorizado por GPS. Primero lo lleva a la centrífuga. Después, al resto de pruebas asignadas. Cuando acaba se dirige a una zona de espera. Es posible que le pidan nuevos estudios. Si esto ocurre, vuelve a ponerse en marcha. Si no, se marcha al sector de almacenamiento. Este proceso ha sido cuidadosamente diseñado, y está controlado por los profesionales del servicio de análisis clínicos, que al final enviarán un informe con los resultados.
Cruzando la información procedente de bases de datos, historias clínicas, análisis y guías médicas y aplicando la inteligencia artificial se construyen modelos y prototipos para predecir enfermedades. Con estos resultados se mejora la vida de muchas personas y se salva la de otras tantas.
No son párrafos sacados del último best seller de ciencia ficción que triunfa en el mercado. Son dos realidades que existen aquí y ahora. Tan cerca como que están en Valencia y Alicante. Concretamente, en los laboratorios de análisis clínicos de los hospitales La Fe y San Juan, respectivamente.
Las nuevas soluciones digitales facilitan la interpretación de los resultados en salud
Cuentan con un nuevo sistema de robotización inteligente que permite gestionar con mayor rapidez y calidad las miles de pruebas que se hacen diariamente. Y se han incorporado en el día a día soluciones de inteligencia artificial que añaden mejoras en tiempo real y de forma inmediata a los pacientes.
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