Tecnologías Emergentes: IoT, la tecnología habilitadora para la digitalización y automatización de los procesos

Pantalla digital

La crisis del COVID-19 ha provocado que la digitalización de las empresas cobre mayor relevancia. En esta nueva era conectada, Internet de las Cosas se ha convertido en un habilitador de la transformación digital de las organizaciones, de sus negocios y procesos.

Nos encontramos ante un entorno donde las empresas en su proceso de trasformación digital tienen a su alcance un gran reto de innovación y a la vez una gran oportunidad de crecimiento y mejora en sus modelos de negocio que proviene de la tecnología y los dispositivos que permiten conectar a Internet “cualquier dispositivo”.


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Como explica Aitor Jerez, director comercial Sarenet, la digitalización en las empresas es un camino que se había comenzado a andar hace años y el COVID-19 ha acelerado este proceso de transformación digital en todos los sectores de alguna forma u otra. Para este directivo, es cierto que el confinamiento ha actuado como un catalizador del cambio en los hábitos de trabajo y todo el que ha podido se ha puesto a teletrabajar de la noche a la mañana desde su domicilio. Aunque este hecho ha sido coyuntural en algunos casos se consolidará. “Hemos visto como en algunos sectores como la banca y seguros se ha enviado a toda su plantilla a teletrabajar y han acelerado sus planes de desarrollos para sustituir la interacción física con los clientes por la virtual. También hemos sido testigos en los telediarios de cómo se han desarrollado modelos de negocios basados en el comercio electrónico en tiempos récord accediendo a este medio microempresas como forma de sobrevivir durante el confinamiento. La necesidad ha impulsado el cambio”, atestigua Aitor Jerez.

Por su lado, Eric Polvorosa, especialista en marketing y comunicación para el sector industria en GMV explica cómo, durante esta pandemia hemos sido testigos de varios proyectos relacionados con IoT: “nuevos modos y necesidades de teleasistencia médica, robots para suministro de medicinas para prevenir el contacto humano, algoritmos de diagnóstico, cámaras termográficas para el control del nivel de temperatura de los empleados, geolocalización de casos positivos, detección de señales wifi y bluetooth emitidas para generar alertas si hay aglomeraciones, etc”.

“Durante el confinamiento, se han producido picos de demanda en las plantas de fabricación y los directivos se han concienciado de la importancia del paso a una industria potenciada por la transformación digital. Tienen muy claro la importancia de contar con comunicaciones fiables que garanticen la continuidad de su negocio y de la necesidad de digitalizar procesos para ser más competitivos. Quieren disponer de sistemas flexibles para poder adaptar en tiempos récord sus plantas, controlando muy bien sus stocks y toda la logística. Todo esto sólo se consigue con una transformación digital profunda en las empresas industriales”, añade Aitor Jerez.

Y es que, para Eric Polvorosa, “es evidente que la crisis del coronavirus ha impulsado el salto digital de la sociedad y de las empresas. En este contexto, el IoT se considera una tecnología habilitadora para la automatización de los procesos, al mismo tiempo que se ha convertido en una forma de ofrecer un servicio más rápido y transparente al consumidor final, una nueva exigencia que podría adoptar los cambios de nuestros hábitos de consumo”.

Los desafíos de un mundo hiperconectado
La hiperconectividad permite que las personas, la información y las cosas se unan de formas inimaginables para hacer que las empresas sean más innovadoras y competitivas, no sin unos riesgos que hay que tener muy en cuenta. En este sentido, Marc Laliberte, senior security analyst de WatchGuard Technologies considera que la adopción de IoT está disparándose dado que, añadiendo el intercambio de datos a sistemas previamente “tontos”, podemos aumentar la eficiencia y la facilidad de gestión. “Sin embargo, estos beneficios a menudo se obtienen a cambio de la seguridad, ya que los fabricantes de IoT siguen centrándose en fabricar productos que son económicos y rápidos de comercializar, lo que no deja espacio para prácticas de desarrollo seguras. Esto es especialmente frecuente en los dispositivos de consumo, en los que personas no técnicas no tienen ni idea de que la seguridad debe ser siquiera un aspecto a considerar y tener muy en cuenta. El resultado son dispositivos baratos y funcionales, pero que utilizan sistemas operativos estándar que carecen de refuerzo de seguridad y son vulnerables a los ataques. Lamentablemente, la demanda de los consumidores impulsa las decisiones de desarrollo, lo que significa que, salvo que se produzcan cambios en la regulatorios, estamos atrapados en un IoT inseguro hasta que logremos concienciar a la población”, advierte Laliberte.

En opinión de Francisco García, director de pfsTECH, by pfsGROUP, el principal desafío es el relacionado con la seguridad y privacidad, ya que cualquier compromiso de la seguridad de un dispositivo IoT puede convertirse en un potencial punto de entrada de accesos no autorizados o robo de información. Dispositivos médicos conectados, automóviles conectados, plantas de agua, energía, hogares, etc. con múltiples puntos de entrada para los “malos” que pueden ser un riesgo para las personas. “Otros desafíos se encuentran en el procesamiento de grandes cantidades de información en tiempo real, el uso de forma inteligente y automatizada del dato producido por el dispositivo para tomar decisiones o anticipar tendencias, la integración de todas las piezas del puzle de una solución IoT o la diversidad de protocolos de comunicación”, señala.

En esta línea, según José de la Cruz, director técnico de Trend Micro Iberia, la variedad y la gama de funciones de los dispositivos inteligentes que facilitan el “todo conectado”, presentan innumerables formas de mejorar las diferentes industrias y entornos. “Si bien las “cosas“en el IoT benefician a los hogares, las fábricas y las ciudades, estos dispositivos también pueden introducir puntos ciegos y riesgos de seguridad en forma de vulnerabilidades”. Los dispositivos inteligentes vulnerables abren las redes a los ataques y pueden debilitar la seguridad general de Internet. Por ahora, es mejor ser cauteloso y entender que”inteligente” también puede significar vulnerable a las amenazas”.

Por otro lado, observa Jordi Calvera Sagué, Regional Manager de InterSystems (España, Portugal, Israel, Grecia, Turquía y Latinoamérica), como en el caso de la Inteligencia Artificial, la IoT no es viable sin la fiabilidad y limpieza del dato. Para Calvera, uno de los grandes desafíos para cualquier empresa es poder adoptar rápidamente nuevos tipos de datos IoT, procedentes de equipos, sensores y aplicaciones de terceros y, además, de varios proveedores, para las aplicaciones ya existentes en la empresa. “Para conseguirlo y obtener el máximo rendimiento del IoT es imprescindible que los datos fluyan rápidamente en toda la infraestructura de la organización. Esto solo puede alcanzarse con una plataforma de datos multimodelo y con múltiples cargas de trabajo, capaz de soportar datos estructurados, no estructurados y semiestructurados. Es necesario, además, contar con una interoperabilidad real de los datos”, advierte.

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