Para el año 2025 se espera una explosión en la venta de antenas para dispositivos IoT. Según ABI Research, la cifra será de 7.200 millones, casi el triple de las ventas actuales. Con el lanzamiento de nuevos productos y la evolución de los dispositivos existentes que requieren múltiples radios, factores de forma más pequeños y una mayor amplitud de dispositivos, los fabricantes enfrentan cada vez más desafíos tanto en la fase de diseño como en la comercialización de sus productos.
“La antena es una de las causas más comunes de falla al crear un nuevo producto de IoT”, dice Tancred Taylor, analista de investigación de dispositivos y hardware de IoT en ABI Research. “El objetivo de cualquier antena en términos de elección y diseño es un alto rendimiento para la aplicación a la que sirve, y la red y el espectro en el que opera. La realidad es muy diferente. Hay docenas de factores que afectan el rendimiento operativo en la vida real, como la proximidad al metal o al cuerpo humano, la interferencia de las ondas circundantes en entornos congestionados por radio frecuencia (RF), la obstrucción del tráfico vehicular u otros objetos, o la desintonización de otros componentes electrónicos en un dispositivo. Si la antena no está diseñada e integrada correctamente al comienzo del proceso, es muy probable que el fabricante enfrente costos más altos, demoras e incluso fallas en el producto en la etapa de certificación”.
Cada vez más, los proveedores de antenas deben trabajar de manera más colaborativa con sus clientes para limitar las posibles dificultades del proceso. La antena se ve cada vez menos como un componente independiente, sino como uno que funciona como parte de un sistema más amplio. Ofrecer software y servicios además del componente de la antena presenta importantes oportunidades emergentes para los proveedores de componentes tradicionales, a medida que la ingeniería de RF gana complejidad al expandir los estándares de red y el espectro de radio accesible.
“Los diseños de IoT están evolucionando para incorporar más radios, miniaturizar dispositivos y reducir el consumo de energía. Hay una gran cantidad de fabricantes operando en el espacio, y muchos llegan a grandes volúmenes, mientras que muchos otros experimentan con productos de menor escala. Simplificar el trabajo de diseño de RF en estas condiciones se vuelve crítico, lo que significa que existen importantes oportunidades para los proveedores de antenas que deseen modificar la forma en que interactúan con los clientes”, concluye Taylor.
