ñoles utilizan contraseñas a diario para acceder a una multitud de servicios y plataformas de Internet, y en muchas ocasiones se opta por poner una clave poco segura. De hecho, un estudio ha revelado que el 30% de las contraseñas en España se pueden hackear en apenas milisegundos.
El robo de contraseñas y credenciales de acceso a aplicaciones digitales son una de las mayores fuentes de ingresos de los grupos organizados de ciberdelincuentes. El negocio está en el uso que hacen de esos datos, es decir, acceden al correo electrónico o a las redes sociales de una persona para timar a sus contactos o para chantajear al propio dueño de la cuenta.
Para que ese negocio funcione, los ciberdelincuentes necesitan conseguir miles de usuarios y contraseñas, ya que la gran recompensa está en timar al mayor número de personas simultáneamente. En lugar de sustraer grandes cantidades de dinero, lo que han es robar sólo un poco a mucha gente. La clave para evitar esto reside en las contraseñas, como indican en Panda Security.
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