Este es un artículo de Turning Points, una serie especial que ensaya sobre lo que los momentos críticos de este año podrían significar para el próximo.
Punto de inflexión: La pandemia del coronavirus inspiró una oleada de interacciones sin contacto y sin tacto, desde entregas de comida hasta servicios médicos, y provocó el remplazo de trabajadores humanos por computadoras y otro tipo de tecnología.
Desde hace años, les hemos ido dejando las tareas rutinarias a las tecnologías de automatización, robótica e inteligencia artificial. La pandemia de la COVID-19 aceleró esa tendencia, impulsada por tres necesidades: mayor productividad, menores costos y seguridad humana. En un giro repentino, el contacto humano ha dejado de ser recomendable, pero al mismo tiempo es más ansiado que nunca. Las empresas de entregas a domicilio, los plomeros e incluso algunos proveedores de equipo médico ahora alardean sobre su servicio “sin contacto”, pero todos disfrutamos cada oportunidad que se nos presenta para compartir una comida en vivo y en directo o una reunión en persona.
En los albores de una economía de inteligencia artificial, 2020 nos ha mostrado cuán importante es la conexión humana.
Conoce más aquí