Automatización de almacenes: por qué no nos podemos permitir confiar en el Wi-Fi

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La mayoría de los almacenes y centros de distribución llevan años confiando en el Wi-Fi. Hasta hace relativamente poco, el Wi-Fi ha sido capaz de satisfacer sus necesidades. Sin embargo, a medida que estas organizaciones buscan automatizar y modernizar sus operaciones, el Wi-Fi deja de ser la opción adecuada para la conectividad. Sencillamente, no puede satisfacer las exigencias de las aplicaciones de la Industria 4.0.

Actualizar a las aplicaciones de la Industria 4.0, que aumentan la eficiencia y la productividad, es un imperativo para los operadores de almacenes. Es la única manera de que puedan seguir operando de forma rentable ante la escasez de trabajadores, los problemas de la cadena de suministro, el aumento de la demanda y otros retos derivados de la pandemia.


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Pero no tiene sentido invertir en IoT, robótica y otras soluciones de automatización si la red inalámbrica del almacén no puede soportar las aplicaciones de forma fiable.

Solo las redes inalámbricas privadas pueden satisfacer las demandas de la Industria 4.0

Ni siquiera el Wi-Fi 6 es capaz de soportar las aplicaciones de automatización y modernización de los almacenes. A diferencia de 4G LTE y 5G, el Wi-Fi no es una solución de movilidad robusta. He aquí algunos ejemplos de lo que esto significa para la automatización de almacenes:

Movilidad

El Wi-Fi admite velocidades a pie de tres a cinco km/h con tiempos de transferencia de hasta 15 segundos entre puntos de acceso. LTE y 5G soportan velocidades de cientos de kilómetros por hora con tiempos de transferencia rápidos del orden de milisegundos. Los robots móviles automatizados (AMR) y las carretillas elevadoras autónomas no viajarán a ese tipo de velocidades, pero las velocidades Wi-Fi no son lo suficientemente buenas como para aumentar significativamente la productividad. Además, tiempos de transferencia lentos pueden provocar ralentizaciones o paradas inesperadas de los vehículos al intentar reconectarse.

Cobertura

Dependiendo de la zona de cobertura, el número de dispositivos conectados y el espectro disponible, se necesitará entre 4 y 6 veces más puntos de acceso Wi-Fi para cubrir la misma instalación de almaceness que los puntos de acceso 4G LTE. Los puntos de acceso Wi-Fi cubren un radio más pequeño que aumenta la complejidad de la red y el número de transferencias. También es mucho más difícil diseñar la cobertura Wi-Fi de todo el recinto del almacén con techos altos y amplios espacios exteriores.

Rendimiento predecible

El Wi-Fi puede ofrecer picos de velocidad elevados, pero solo con una baja congestión de la red, ya que de lo contrario el rendimiento y la capacidad de transmisión se reducen rápidamente. El LTE privado y el 5G ofrecen un rendimiento predecible con una fiabilidad de red de hasta seis 9s que es esencial para las operaciones logísticas automatizadas y la seguridad en el lugar de trabajo.

Calidad de servicio (QoS)

El Wi-Fi es una tecnología “best-effort” con poca capacidad para priorizar el tráfico de la red. LTE y 5G ofrecen capacidades de gestión de la QoS y de priorización del tráfico muy superiores, para que se pueda garantizar que las aplicaciones críticas para el negocio y la seguridad nunca se vean perjudicadas.

Seguridad

Las redes Wi-Fi corren un alto riesgo de sufrir ciberataques e intrusiones. Por el contrario, LTE cuenta con seguridad por diseño y 5G presenta mejoras para soportar la seguridad de confianza cero. Estas técnicas de seguridad avanzadas añaden una importante protección contra agentes malintencionados.
Organizaciones de todos los sectores confían en la tecnología inalámbrica privada

Los operadores de almacenes de todo el mundo ya han dado el paso a la tecnología inalámbrica privada. A continuación, vemos un breve resumen de cómo solo cuatro de ellos están utilizando una red inalámbrica privada fiable, de baja latencia y alta capacidad para automatizar y modernizar.

Omron Corporation, una empresa japonesa de electrónica, está utilizando robots móviles autónomos (AMR) en sus líneas de producción, proporcionando entrenamiento en tiempo real con inteligencia artificial (IA) e IoT, y ahora puede confiar en una conectividad estable para los dispositivos IoT en un entorno altamente metálico.

Arçelik, un fabricante de electrodomésticos de Turquía, está impulsando más de 40 vehículos móviles autónomos que automatizan las tareas manuales que requieren mucha mano de obra. La red privada también proporciona una conectividad fiable para los dispositivos portátiles, las tabletas, los dispositivos IoT y las cámaras de seguridad en la planta.

En el Innovation X Center de Accenture, en Alemania, los casos de uso del IoT industrial incluyen los vehículos automatizados, la impresión 3D para la fabricación aditiva, el mantenimiento predictivo y las aplicaciones de realidad virtual y aumentada.

Alibaba, una de las mayores empresas de comercio electrónico del mundo, ha conectado más de 100 vehículos automatizados y está apoyando aplicaciones de IoT, big data, edge computing e IA.

Las aplicaciones de nueva generación necesitan una red de nueva generación

Cambiar la forma en que se ha operado durante años puede ser un reto. Al igual que el paso de las operaciones manuales de almacén a las automatizadas, el paso de Wi-Fi a la tecnología inalámbrica privada requiere un cambio de mentalidad.

En resumen: una red inalámbrica privada es, en realidad, la tecnología inalámbrica de nueva generación necesaria para impulsar el negocio en un mundo moderno y digital. Funciona mejor que el Wi-Fi y cuesta menos a largo plazo.

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