Sostenibilidad: Sólo 1 de cada 10 CEO en México es mujer

 

Muchos reclutadores piensan que los hombres tienen más capacidad para esos puestos

Actualmente cientos de mujeres se están posicionando en la alta dirección alrededor del mundo, sin embargo, a pesar de los avances todavía es latente la brecha de género.


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Está comprobado que tener a una mujer en la alta dirección incrementa la fidelidad de los empleados con la organización, e incluso la economía de la empresa, no obstante, muchas organizaciones no lo han comprendido del todo y siguen postulando a hombres para el alto mando.

En México, por ejemplo, ya se están probando diversos programas de capacitación, empoderamiento y aspiración para solucionar el problema y corregir la desigualdad de género que existe a nivel empresarial en el país.

Algunos expertos dicen que el problema comienza con una sorprendente falta de diversidad en los directorios de las compañías.

En nuestro país, únicamente el 17% de los directivos de empresas son mujeres, esto sucede porque muchos reclutadores piensan que los hombres tienen más capacidad para esos puestos, pero las mujeres han demostrado lo contrario.

Sólo 1 de cada 10 CEO en México es mujer

De acuerdo con un estudio de la comunidad social orientada a las empresas, negocios y el empleo, LinkedIn, los obstáculos que tienen las mujeres para llegar a puestos directivos en las empresas son muchos.

En la gran mayoría de los puestos directivos está posicionado un hombre, el 83% para ser exactos. Datos arrojados por la plataforma muestran que la mitad de las trabajadoras notan que su género ha sido el impedimento para no ser contratada para los puestos de altos mandos.

“No podemos demeritar los estereotipos que existen y que nos dificultan el camino”, señaló en entrevista Maribel Dos Santos, directora general de Oracle al presentar el estudio mencionado.

También apuntó: “por eso tenemos que atrevernos a hablar y pedir las cosas que nos han negado”.

Entre las encuestadas, se encontró el caso de una mujer que después de tres décadas de trabajo logró posicionarse en un puesto directivo en donde 9 de cada 10 son hombres. Para ella es un triunfo, debido a que el área en donde ejerce «es una de las industrias más acaparadas por los hombres: la tecnología».

Brecha laboral en los cargos CEO

De acuerdo con el informe de LinkedIn, en México, 4 de cada 10 mujeres están a cargo de la dirección, y sólo 1 de cada 10 es CEO.

El 27% de las direcciones de tecnología tienen a una mujer al frente. En las áreas de operaciones llegan al 30% y sólo en la de Recursos Humanos son mayoría con 57%. Y curiosamente, a pesar de que el reclutamiento generalmente está a cargo de mujeres, no se refleja en la contratación de directivas.

En la encuesta llamada «Cómo se percibe a las mujeres en posiciones de liderazgo», el 23% de los reclutadores que participaron en ella, creen que “históricamente los hombres han demostrado mayor capacidad para esos puestos”.

El 50% considera que el principal factor de la inequidad en los puestos directivos es que la mayoría de los candidatos recomendados son hombres.

Además, para el 30%, la falta de disposición de las mujeres a sacrificar su vida familiar es un importante impedimento para no llegar a la dirección de una empresa.

El informe también indica que al 86% de hombres y mujeres les han preguntado si tienen hijos. Usualmente, a esta pregunta le sigue otra: “¿Tienes quién te ayude a cuidarlos?”, cuestionamiento que se le hace al 52% de las mujeres y solamente al 35% de los hombres.

Mujeres en la alta dirección

A pesar de que las cifras todavía son muy bajas, en América Latina la tarea de integrar el talento femenino en la alta dirección es frecuente.

Otro estudio dice que cuando las mujeres obtienen una trayectoria profesional, experiencia adecuada y se encaminan a cargos directivos más altos, en muchas ocasiones no prosiguen con su proyecto de ocupar un puesto de alta dirección. Esto provoca que se “estanquen” en una reserva de talento.

Por ello, las empresas han logrado estructurar políticas que conducen a que las trayectorias profesionales de hombres y mujeres no difieran por razones de género, y así evitar el “estancamiento” femenino.

En América Latina, las mujeres participan muy poco en las juntas directivas, y si llegan a hacerlo, su opinión no es tomada en cuenta. Para evitarlo, algunas empresas han decidido promover la capacitación y orientación de las mujeres que forman parte de las juntas directivas, y así su opinión forme parte de las decisiones de la empresa.

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