1.000 dólares de multa. Es la sanción máxima que se impondrá a aquellos restaurantes que no cumplan las nuevas medidas de la Gran Manzana para acabar con los envases de poliestireno de un solo uso, que hasta ahora eran tan habituales en los puestos y restaurantes de comida rápida.
La normativa, que fue aprobada en 2013 por los legisladores de la ciudad y que la industria de restaurantes luchó duramente por el aumento de costes que para ellos conllevaba, ha entrado en vigor este 1 de enero siendo aplicada a bodegas, restaurantes, supermercados, puestos de street food y otros establecimientos de servicios de alimentos que desde ahora tienen prohibida la venta o distribución de vasos, platos y bandejas de dicho material plástico.
Aún así, la nueva ley plantea algunas excepciones. Los neoyorquinos sí que podrán seguir usando los recipientes de poliestireno utilizados para los alimentos preenvasados que se hayan llenado y sellado antes de ser recibidos por el establecimiento del servicio de alimentos o los utilizados para almacenar carne cruda, pescado y mariscos que se venden en una carnicería o en un negocio minorista similar.
El resto de empresas deberán acatar la nueva medida con un período de adaptación de seis meses, que se prolongará hasta el 30 de junio de 2019. Después se emitirán avisos de infracción y se tomarán acciones civiles si la ley es incumplida.
Las autoridades plantean como alternativa embalajes reciclables como aluminio, plásticos rígidos, papel sin estucar, vidrio u otros artículos compostables.
