Sostenibilidad: Moda circular, principal reto del sector textil hacia la sostenibilidad

El informe ‘La transformación sostenible del sector textil’ recuerda que esta industria es la segunda más contaminante a nivel global y que, en la actualidad, es responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, de la producción del 20% del agua residual y del 30% de los residuos plásticos en los océanos.

Sin embargo, también apunta que es preciso revertir esta situación y conducir al sector textil hacia un modelo más sostenible, una transformación cuya responsabilidad debe ser compartida por consumidores, organizaciones e instituciones.


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El informe, realizado por la consultora KPMG y la asociación sin ánimo de lucro Women Action Sustainability (WAS), pretende dar a conocer las oportunidades y desafíos que hay detrás de la transformación hacia un modelo sostenible del sector de la moda. Y, para ello, se ha realizado una encuesta global a diferentes agendes del ámbito de la moda, se ha entrevistado a agentes clave para profundizar en algunos aspectos concretos y, además, se ha celebrado un focus group.

Y, en su elaboración, se han abordado un total de seis bloques fundamentales: la sostenibilidad del sector; el rol del consumidor; los principales retos; la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la industria textil; los principales frenos a una transición hacia la sostenibilidad; y, por último, las palancas hacia dicha transformación.

La sostenibilidad en la industria de la moda

El primero de los bloques del estudio de KPMG y WAS, centrado en la situación de la industria textil en términos de sostenibilidad, destaca el hecho de que menos de un tercio de las personas encuestadas considera que el sector está preparado para responder a las expectativas en esta materia.

Las principales razones que justifican, según el documento, esta escasa preparación son la falta de recursos económicos para afrontar la transformación, a pesar de que el sector está sensibilizado; la heterogeneidad en cuanto a las dimensiones y capacidades de las compañías para llevarla a cabo; la falta de herramientas y tecnologías concretas para mejorar en materia de sostenibilidad; y la poca colaboración y concienciación en toda la cadena de valor, imprescindibles para lograr la transición hacia un modelo sostenible.

Consumidor y transformación sostenible

En cuanto al papel que puede jugar el consumidor en esta transformación del sector textil hacia un modelo sostenible, el estudio revela que, a pesar de que en los últimos años ha aumentado el número de consumidores sensibilizados con los impactos de los productos que consumen, los agentes del sector encuestados consideran que el peso de esta inquietud en la decisión de compra aún es moderado.

En este sentido, el documento recoge un listado de los aspectos a los que el consumidor concede una mayor importancia. Para la mayor parte de los agentes del sector de la moda consultados (el 80,95%), el más destacado es el precio del producto. Muy por detrás, validados por el 42,86%, se encuentran la experiencia de compra y la procedencia de la prenda (trazabilidad). Además, el 33,33% también resalta otros factores como la posibilidad de realizar la compra online y los materiales utilizados para la elaboración de la prenda.

Sin embargo, aspectos con una vinculación más directa con la sostenibilidad, como las condiciones de trabajo de todos los empleados (19,05%) o la reciclabilidad del producto (4,76%) tienen una menor importancia para el consumidor, según los participantes en el estudio.

Principales desafíos

El tercero de los ejes sobre los que se ha construido el informe es el de los retos que debe afrontar el sector de la moda para avanzar hacia la sostenibilidad. En este punto, el documento apunta, como aquellos más importantes, la transición hacia un modelo circular y el reciclaje textil, algo que respalda, en ambos casos, el 57,14% de los participantes en el estudio.

Además, también aparecen como retos urgentes sobre los que es necesario incidir el uso de materiales sostenibles; la disminución de residuos textiles; la digitalización y la omnicanalidad; la trazabilidad de las prendas; mejorar la predicción de la demanda; y el cumplimiento de los derechos humanos y los principios de la OIT, entre otros.

Por el contrario, KPMG y WAS también sostienen que cuestiones más sociales como la promoción de la igualdad o la diversidad en el sector apenas fueron consideradas por los agentes del sector consultados.

Contribución a los ODS

También presta atención el informe a la contribución del sector de la moda a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este sentido, las autoras sostienen que, con el modelo de producción y consumo actual, esta industria genera impactos negativos que repercuten sobre las condiciones de trabajo, el uso del agua y el cambio climático, entre otros.

Además, citan aquellas metas globales de Naciones Unidas sobre los que la moda impacta de forma más negativa. Según las personas encuestadas, serían el ODS 12 (Producción y consumo responsables), el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), el ODS 6 (Agua limpia y saneamiento), el ODS 13 (Acción por el clima), el ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), el ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura) y el ODS 1 (Fin de la pobreza).

Y de cara a mitigar estos impactos negativos, algunas de las medidas propuestas en el documento son la sensibilización y la formación del consumidor en esta materia, ofreciéndole información sobre los impactos reales de los productos y explicándole las estrategias que aplican las organizaciones con el fin de modificar su forma de consumir; la colaboración, estableciendo conversaciones transparentes y definiendo objetivos estratégicos conjuntos; y la identificación de los puntos y productos que generan mayores impactos negativos.

En esta línea, el informe apunta a aquellos ODS sobre los que el sector de la moda puede contribuir de una forma más incisiva. Los principales, en este caso, son los siguientes: el ODS 12 (Producción y consumo responsables), el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), el ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), el ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos), el ODS 13 (Acción por el clima), el ODS 10 (Reducción de las desigualdades), el ODS 6 (Agua limpia y saneamiento) y el ODS 5 (Igualdad de género).

Frenos y palancas

Los dos últimos ejes sobre los que gira el estudio ‘La transformación sostenible del sector textil’ ponen el foco sobre los grandes frenos de esta transición, por un lado, y sobre las palancas impulsoras para poder llevarla a cabo.

En el caso de las barreras, el documento señala como las principales a los costes y a la necesidad de innovación. Y, en concreto, menciona los costes de procesos, como implantar sistemas de eficiencia del consumo de energía y agua; los costes a corto plazo para la innovación y la investigación; la falta de tecnología; el miedo a la transparencia; la competencia, que supone un freno a la colaboración; los costes vinculados al personal; y, por último, la resistencia al cambio.

Y en cuanto a las palancas que impulsan al sector textil hacia la sostenibilidad, el informe cita las siguientes: las ayudas europeas; la sostenibilidad de la compañía; la colaboración y la generación de estructuras compartidas por región y sector; la mayor comunicación con los proveedores, que permite escalar los nuevos procesos y reducir costes; el incremento de la regulación en materia de sostenibilidad; la entrada en nuevos mercados; la reducción de costes; los incentivos y los planes de fidelización; la ampliación de la cuota de mercado; y las nuevas certificaciones.

Recomendaciones

Y, en su parte final, tras el análisis de los seis bloques principales que conforman el estudio, este recoge una serie de recomendaciones sobre seis áreas clave en las que las autoras consideran necesario trabajar, teniendo en cuenta que, en España, el sector de la moda ya es consciente de la necesidad de aplicar estrategias que le ayuden en la transformación hacia un modelo más sostenible. Dichas áreas son las siguientes: colaboración; formación y sensibilización; innovación e investigación; datos, evaluación y trazabilidad; fondos europeos y financiación sostenible; e impacto social.

En el caso de la colaboración, WAS y KPMG sugieren dejar de lado las diferencias para alcanzar objetivos estratégicos y comunes, tanto para el sector como para la sociedad. En el de la formación y sensibilización, por su parte, apuntan a la necesidad de dar a conocer de forma clara y apropiada los conceptos, las estrategias y los impactos vinculados a la sostenibilidad del sector.

En lo referente a la innovación y la investigación, la propuesta es colaborar y trabajar en procesos de investigación con el objetivo de poder hacer frente a los retos de una forma más adecuada. Y en cuanto a los datos, el estudio destaca que es aconsejable desarrollar análisis específicos para obtenerlos, lo que permitirá conocer dónde se generan los mayores impactos.

Por otra parte, en relación a la financiación, las autoras sugieren al sector que se prepare para poder beneficiarse de los fondos europeos o para ser una industria más atractiva para los proveedores de capital. Y, por último, el texto de KPMG y WAS, a pesar de la importancia de los retos en materia ambiental, insta a las compañías a mejorar su impacto social.

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