Sostenibilidad: Los cambios que se avecinan para las empresas en sostenibilidad

Las compañías con más de 250 trabajadores tendrán que presentar a partir de 2022 el llamado ‘Estado de Información No Financiera’

Aunque aún quedan casi cinco meses para que el calendario sume un nuevo año, las empresas comienzan a anotar en agenda algunos de los cambios que traerá 2022. Uno de ellos vendrá marcado por la Unión Europea y tendrá como horizonte la sostenibilidad a través del llamado ‘Estado de Información No Financiera’ (EINF).


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¿En qué consiste? «Es reportar el impacto social o medioambiental que tiene la actividad de una empresa, que depende de sus círculos de interés», explica el CEO de la consultora Angela Impact Economy, Raúl Mir. En otras palabras, se trata de una radiografía de los riesgos derivados de la actividad de la empresa, «identificar aquello que puede generarte un problema mayor». Por ejemplo, «una azulejera tiene impacto medioambiental por las emisiones que genera o, en el caso de los supermercados con elevado número de empleados, lo es cómo se relaciona con los trabajadores».

Esto, que viene recogido en una directiva europea de 2018, ya es obligado para las empresas de más de 500 trabajadores. La novedad radica en que, a partir del próximo año, debido a una actualización, lo será también para aquellas compañías con más de 250 trabajadores que sean consideradas de interés público o tengan 40 millones de facturación o 20 millones en activos, explica Mir. A partir de 2026, además, afectará también a las pymes cotizadas.

Así, de la misma manera que las empresas están obligadas a presentar sus cuentas anuales al Registro Mercantil, ahora deberán hacer pública su información no financiera a través del EINF. De hecho, tendrán que incluirlo obligatoriamente en las cuentas anuales de la sociedad cuando se depositen en el Registro, será firmados por todos los administradores y las sanciones por no presentar el EINF serán las mismas que se aplican por no presentar las cuentas.

¿Y qué deberán contemplar? Siete ámbitos. «Cuestiones ambientales, cuestiones sociales, respeto de los derechos humanos, lucha contra la corrupción y soborno, igualdad de trato y oportunidades, no discriminación e inclusión y accesibilidad universal», resume el CEO de esta consultora, que asegura que el EINF supone «una oportunidad para la competitividad de las empresas».

A su juicio, «muchas empresas no se dan cuenta de que esto va a ser un valor de competitividad, además de que el capital se dirige cada vez más a empresas sostenibles. Sin olvidar que las empresas más sostenibles son más resilientes a las crisis».

Sin embargo, añade, «muchas miran la sostenibilidad como las vacas al tren, es decir, sin tenerla en cuenta. Es como la RSC, no estaba en el plan de negocio y finalmente se incorporó». Además, Mir recuerda que los bancos ya exigen ese tipo de informes en materia de sostenibilidad para acceder a financiación y que el EINF será especialmente relevante en sectores que tengan cambios regulatorios, como los vinculados con el cambio climático, residuos o economía circular».

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