Sostenibilidad: La sostenibilidad cotiza al alza: no cabe el Black Friday

 

La sostenibilidad cotiza al alza, y está en todas nuestras conversaciones. Buen comienzo, pero ¿Qué es ser sostenible? Hace ya tiempo que no es un concepto solo ambiental. La sostenibilidad actual es también económica y social. Un sector que aspire a ser fuerte y resiliente tiene que saber crear valor a largo plazo, y ahí la resiliencia entra en nuestro terreno de juego.

Nuestras abuelas ya lo sabían y decían: “No es más rico quien más tiene, si no quien menos necesita”. Sabiduría popular que aplica más que nunca hoy en día ¿o no?. Veamos que está pasando.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, con caminos a seguir: 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la definieron como “una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás.” La Agenda combate el cambio climático, el diseño de nuestras ciudades, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o la eliminación de la pobreza.

Este verano ha pasado algo importante, los 181 CEOs mundiales del Business Roundtable publicaron su nuevo un discurso disruptivo donde la sostenibilidad económica y social entra en la conversación, y pasa a competir en la liga de los grandes. Desde 1978, Business Roundtable ha emitido periódicamente estos Principios de Gobierno Corporativo, donde en cada versión del documento se han ido respaldando unos principios basados en servir a los accionistas, que desde este verano han introducido una nueva métrica. Nos han dado un nuevo indicador para medir el éxito en cuánto de responsables somos: las personas.

“Apoyaremos a las comunidades en las que trabajamos. Respetemos a las personas en nuestras comunidades y protejamos el medio ambiente adoptando prácticas sostenibles en todos nuestros negocios.“ – Statement on the Purpose of a Corporation

Por otro lado, y con motivo de que se aproxima el Black Friday este próximo viernes 29, empieza a ser vox populi una marea imparable de voces críticas que ven con malos ojos impulsar un consumo masivo tan poco responsable con el medioambiente. Desde que se creó en 1961, no había pasado nunca antes y está empezando a generar rechazo. Las marcas responsables quieren alejarse y están apareciendo nuevos términos como el ‘Green Friday’ -que apuesta por el consumo responsable y sostenible-, sacando decálogos de compra responsable o creando el Día Mundial sin Compras (BND, Buy Nothing Day, «Día de no Comprar Nada»). Algo está cambiando señores: ya no cabe el Black Friday.

Si nos traemos esta reflexión a nuestro ámbito inmobiliario sabemos que nos queda mucho camino por recorrer, hay datos que indican que todavía no salimos muy bien parados en la foto, pero la conciencia de sostenibilidad social y económica ya está en la mesa. Somos un sector especializado en crear valor a largo plazo -con nuestros activos inmobiliarios-, y todavía nos queda aprender a incorporar estos nuevos intangibles. Y se nos plantean peguntas como ¿tenemos indicadores para medirlas? ¿la sostenibilidad es gasto o inversión? ¿cómo cambia nuestros procesos?

A nivel ambiental estamos bastante al día, sabemos que somos responsables del 40% del consumo mundial de energía o del 35% de las emisiones de CO2, por lo que el sector ha reaccionado y aplicado medidas a todo el ciclo del activo. Aquí unos ejemplos de medidas que el sector está aplicando:

  • En fase de obras (medimos y mejoramos impacto en residuos, procedencia y consumo de materiales, huella de carbono,…)
  • En la gestión de nuestros edificios (certificamos nuestros edificios ambientalmente, medimos el consumo de los mismos, la eficiencia, el consumo de recursos, el bienestar de nuestros usuarios, etc.)
  • En nuestras ciudades ( somos conscientes de la movilidad sostenible, eficiencia en recursos, consumo cero, etc)

Hace ya unos años el concepto del RSC (Responsabilidad Social Corporativa) ha irrumpido con fuerza y ya estamos demostrando que sabemos hacerlo en el plano social y económico, y empezar entre todos a planificar las medidas necesarias y generar ventaja competitiva en ellas. Aquí podemos incidir en:

  • En el gobierno corporativo  (no sólo con nuestras memorias de RSC sino llegando a todas las cpasa de nuestras políticas internas de igualdad, reducción de desigualdades políticas, ecódigo ético, política de gestión de residuos, etc.)
  • En nuestras inversiones (siendo sostenibles y apostando por un ‘capital verde’ que siga los criterios ESG)
  • En el plano social ( con nuestros trabajadores y con  nuestros  clientes, creando acciones de voluntariado, financiando proyectos sociales o mejorando las condiciones de vida de nuestras comunidades cercanas )

Ahora el debate es aprender a medirlo mejor, y encontrar los nuevos indicadores de impacto que nos permitan demostrar el beneficio.  Se están dando ya grandes pasos, varias asociaciones europeas, entre ellas EPRA (Asociación Europea de compañías cotizadas de Real Estate) por ejemplo ya lo está haciendo, existen manuales de medición en su web, y poniendo en valor la aplicación de esas medidas. Los informes son voluntarios, pero cada vez se han vuelto cada vez más comunes y estos datos no financieros despiertan cada vez más interés en  los inversores.

Grandes avances para nuestro sector, tenemos que estar orgullosos.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉