Sostenibilidad: La pasarela se reinventa

La pandemia ha obligado a las marcas a explorar otras formas de presentar sus colecciones

El desfile de Balenciaga protagonizado por los personajes de Los Simpson ha sido una de las presentaciones más exitosas de la Semana de la Moda de París. No en vano, el vídeo acumula más de ocho millones y medio de visitas en Youtube en tres semanas. Pero este particular episodio es solo el último capítulo de una serie en la que también se podrían incluir el desfile de Savage x Fenty, que se puede ver en Amazon Prime, o las colaboraciones con videojuegos de marcas como Valentino, Marc Jacobs, Mugler, incluso la propia Balenciaga.


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Las casas de moda van un paso más allá de las pasarelas y buscan cada vez plataformas más creativas en las que transmitir la ideas detrás de sus colecciones. Una tendencia que ya comenzaba a despuntar antes de la pandemia pero que, debido a esta –y la dificultad para organizar eventos presenciales–, ha cogido fuerza. La transformación no se va a quedar aquí, sino que evoluciona de manera exponencial. “Las formas de experimentar los desfiles han cambiado porque la forma global de vivir la marca también se ha transformado radicalmente. Veremos nuevas formas de comunicar moda cada temporada, más creativas, más sostenibles, más diversas e inclusivas”, apunta Mercedes Rodríguez, subdirectora del Centro Superior de Diseño de Moda (CSDMM) de la Universidad Politécnica de Madrid.

Estos nuevos formatos, sin embargo, continuarán sin perjuicio de los desfiles. Al contrario. Así lo ve la directora de relaciones institucionales de ISEM, María Martín Montalvo, quien señala hacia los modelos híbridos, pero insiste en que las pasarelas son imprescindibles: “Se ha demostrado que el ecosistema que se crea en torno a los desfiles, las personas, las ciudades, las localizaciones, es completamente insustituible con medios exclusivamente digitales”.

Lo que sí cambiará, según Rodríguez, es la manera en la que estos se reparten a lo largo del año: “Los desfiles entendidos como shows celebrados dentro de un calendario determinado, en un espacio más o menos neutro al que se invita a un grupo muy selecto es un modelo bastante obsoleto”. La experta sostiene que las semanas de la moda están perdiendo efectividad, lo que está derivando en que sus responsables planteen modelos de presentación de colecciones menos costosos y más sostenibles.El desfile de Alvarno durante la pasada edición de la MBFWM.

Un ejemplo son marcas como Gucci o YSL, entre otras, que están apostando por una manera más pausada de lanzar colecciones. “Siguiendo la estela de marcas nicho, que ya lo estaban practicando, las grandes casas han decidido poner freno a sus calendarios de moda y trabajar bajo el criterio de la sostenibilidad”, expone Martín Montalvo. El resultado son menos colecciones al año, pero de manera más concentrada y fomentando el consumo consciente y propuestas verdaderamente novedosas.

El caso de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) es diferente, asegura su directora, Nuria de Miguel, pues la moda lenta ya estaba en su ADN. “A nivel internacional es distinto, pero nuestra pasarela representa la moda de autor, que sí fomenta la compra responsable”, desarrolla. La mayoría de las prendas se confecciona bajo demanda, por lo que no se generan stocks, y se apuesta por materiales más sostenibles.

No obstante, la directora de la pasarela, que mantuvo su celebración el pasado otoño, a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia, sí que entiende los formatos híbridos como un sistema de apoyo a las actividades convencionales. “Queremos utilizar estas herramientas digitales para amplificar la audiencia”, resume.

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