Ni reciclar, ni reusar, ni comprar poco. Por mucho que la moda parezca avanzar hacia la sostenibilidad, el consumidor todavía no la ha integrado en sus hábitos de consumo, y muchos tampoco planean hacerlo. Ni siquiera el alquiler y la segunda mano, encumbrados en los últimos años como la próxima gran frontera de la moda, tienen de momento una gran penetración, según un informe de Morgan Stanley a partir de una encuesta realizada a 10.000 consumidores en todo el mundo. A pesar de ello, el banco de inversión anticipa que la tendencia de la sostenibilidad continuará avanzando y motivará que el sector sea más pequeño y menos rentable.
La principal forma de mejorar el impacto medioambiental, recalca el estudio, es que los consumidores compren menos artículos y los lleven durante más tiempo. Extender la vida del 50% de la ropa consumida en Reino Unido podría lograr un ahorro del 8% en emisiones de carbono, un 10% de agua y un 4% de desechos por cada tonelada de ropa, según datos de Wrap recogidos en el estudio.
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