La sostenibilidad ha llegado para quedarse y la industria de los fondos no es una excepción. Si hace algunos años esta inversión era considerada como un nicho, las cifras muestran que ya no es así. Según Global Sustainable Investment Review, el volumen de patrimonio en fondos sostenibles en el mundo asciende a 22,9 billones de dólares, mientras que en España, los activos bajo gestión ASG (Ambiental, Social y de Gobierno Corporativo) alcanzaron los 185.614 millones de euros en 2017 -según un estudio de Spainsif-.
En este entorno en crecimiento, Santander es pionero y ha convertido los fondos de inversión con criterios sostenibles en una de sus prioridades. La entidad presidida por Ana Botín -que abrió camino constituyendo en 1995 el primer fondo de inversión socialmente responsable (ISR) en España y cuenta con Santander Responsabilidad Solidario, el fondo de mayor patrimonio gestionado bajo estos criterios- lanzó el año pasado la primera gama de fondos sostenibles en España.
Esta gama está compuesta por dos fondos mixtos gestionados por Santander Asset Management y uno de renta variable. Estos fondos se ajustan a una política de inversión sostenible, que se sustenta en los pilares ASG y en los principios de sostenibilidad financiera. Se construyen tras un completo análisis del universo de inversión, en el que se aplica un amplio número de indicadores ASG.
Santander Sostenible 1 está dirigido a un inversor de perfil conservador y es un fondo de renta fija mixta internacional que invierte un mínimo del 75% de la cartera en renta fija y el 25% restante en renta variable. El fondo Santander Sostenible 2 -dirigido a inversores con un perfil de riesgo más elevado- invierte hasta el 55% en acciones y el resto en renta fija.
Por su parte, Santander Sostenible Acciones es un fondo de renta variable europea dirigido a inversores con un perfil de riesgo más elevado. Su cartera está compuesta por compañías europeas especializadas en sectores tales como energía renovable, tratamiento de residuos, reforestación, movilidad, eficiencia energética, entre otros. Desde su lanzamiento, la cifra de volumen de estos productos, que ya supera los 700 millones de euros, refleja la buena acogida entre los inversores.
El universo de la ISR va ampliando fronteras a una velocidad de vértigo. Y Santander quiere liderar este proceso. Con este objetivo, la entidad lanzó en octubre de 2018 el fondo Santander Equality Acciones, un producto de renta variable internacional que se ha convertido en el primero en España que invierte en empresas que promuevan la igualdad de género en todos los niveles, a la vez que presentan fundamentales atractivos para la inversión.
En este entorno en constante crecimiento es clave internacionalizar los fondos que aplican criterios sostenibles. Por ello, el banco ha sacado al mercado Santander Sustentável en Portugal, el primer fondo que aplica criterios sostenibles en el país luso.
El propósito de estas iniciativas es apoyar la sostenibilidad y responder a la demanda creciente de una gran parte de los inversores que buscan implicarse más en la gestión y el funcionamiento de las compañías y conseguir un rendimiento no solo financiero, sino también social y ambiental.
Desde el año 2000, Santander tiene presencia en el Dow Jones Sustainability Index, un índice de referencia en sostenibilidad. En 2017, Santander fue reconocido como uno de los diez bancos mejor valorados del mundo y el primero en Europa por su comportamiento sostenible.
