Sexta ‘Lista Emprendedores’ enfocadas hacia la sostenibilidad

Mano sosteniendo globo verde

Estos seis proyectos, que forman parte de nuestra sexta ‘Lista Emprendedores’, que reúne las 50 startups españolas más innovadoras, han puesto el foco en la sostenibilidad como ventaja competitiva.

Bettair Cities

Plataforma que monitoriza la calidad del aire

Su objetivo es ayudar a las ciudades a reducir la contaminación del aire, mejorando significativamente la calidad de vida. Josep Perelló y Leonardo Santiago, conscientes de que la contaminación del aire es un gran problema de salud pública y que las estaciones tradicionales de monitoreo son muy costosas, tanto a nivel de CAPEX (espacio urbano, equipos de laboratorio caros, etc.) y de OPEX (mantenimiento continuo para calibrar los equipos por expertos), vieron que existía otro tipo de tecnología más asequible para la monitorización, aplicando conocimientos de Inteligencia Artificial.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Tras probar los primeros prototipos con las estaciones tradicionales de monitoreo en diferentes ciudades en Cataluña, Bettair Cities apostó por focalizar los recursos en I+D para crear una tecnología muy robusta y precisa. “Hemos desarrollado una tecnología novedosa para medir la calidad del aire en entornos urbanos, semi-industriales, puertos, aeropuertos, etc. con mucha precisión y exactitud, trabajando en el mismo rango que las estaciones tradicionales de monitoreo, pero con un coste 30 veces inferior, y sin necesidad de ningún tipo de mantenimiento ni calibración durante dos años. Nuestra tecnología permite poner más puntos de medición a un coste asequible, permitiendo así identificar fuentes de polución no conocidas, y evaluar el impacto de las diferentes acciones de mitigación para ver cuáles son las más efectivas”, afirma Perelló.

Principal problema: el alto coste

Los socios llevaban años en el campo del I+D+i trabajando conjuntamente para diferentes ingenierías, proporcionando soluciones novedosas a empresas de toda Europa, basadas en telecomunicaciones inalámbricas, IoT, posicionamiento en interiores/exteriores, sistemas inteligentes, etc., y vieron la oportunidad de utilizar sus conocimientos tecnológicos para solucionar un problema que existía: el alto coste de monitorizar la calidad del aire de forma fiable.

“Durante los primeros años, apostamos por focalizar los recursos en Investigación y desarrollo para crear una tecnología muy robusta y precisa. A alguno de los primeros clientes, les tuvimos que convencer que la tecnología funcionaba muy bien dejando algún equipo. Cuando empezamos, había menos actores en este sector. Ahora están apareciendo más empresas con tecnología para monitorizar la calidad del aire, pero necesitan calibración frecuente, y su precisión es limitada para operar en un sector tan profesional”.

Ya cuentan con diferentes tipos de clientes finales, incluyendo, en su mayoría, ciudades, puertos, aeropuertos, universidades y empresas cleanTech. “Además de España, hemos hecho ventas en Portugal, Italia, Alemania, Bélgica y Canadá”, sostiene Perelló, que afirma que están centrados en la producción de la tecnología y en su comercialización y cerrando una ronda de inversión con un socio nacional estratégico del sector.


Oimo
Clara Hardy y Albert Marfà (2ª y 3º, por la izda.).

Oimo

Especialistas en ‘packaging’ sostenible

“Nuestra misión es proporcionar a la industria las herramientas que necesita para ser más sostenible, y juntos reducir ocho millones de toneladas de plástico que terminan en el océano cada año. Hacemos posible el cambio del plástico a un material más sostenible. Para ello, hemos desarrollado una gama de biomateriales que funcionan con maquinaria plástica clásica”, explica Albert Marfà, fundador, junto a Clara Hardy, de Oimo.

Esta startup de ecodiseño y nuevos materiales está especializada en el desarrollo, creación e implementación de packaging sostenible. “Apoyamos a las empresas que quieren hacer el cambio del plástico a alternativas mas sostenibles. Nuestro servicio de I+D desarrolla nuevos materiales a medida (desde propiedades mecánicas a diferentes acabados). Y para aquellos que buscan un size fits all [personalizado] también estamos desarrollando una gama de materiales marino-degradables para sustituir los polímeros más usados en el packaging rígido”.

La idea nace en la Universidad Brunel de Londres, a partir de los resultados de una investigación como parte del trabajo de final de carrera de Marfà. El trabajo consistía en encontrar una formulación alternativa 100% natural y biodegradable en el mar al LDPE (plástico flexible) que se usa para sujetar las latas. Marfà coincide con Hardy (estudiante en la misma universidad en la carrera de Marketing and Management), y juntos en el verano de 2018 hacen un business plan para comercializar la idea. La empresa es registrada en Inglaterra en enero de 2019 y en octubre de ese año, en España, donde acabará siendo sede oficial de Oimo.

Mercado muy competitivo

Según Marfà, el mercado de los nuevos materiales es competitivo, “pero proponemos una solución muy completa para fabricantes y marcas finales. Primero, y para nosotros lo mas importante, una solución verde sin complicaciones; una biodegradación eficaz en cualquier medioambiente, incluso en el marino. Segundo, compatibilidad con la maquinaria de fabricación actual con un consumo energético menor. Y tercero, una escabilidad de producción rápida y fácil para abordar demandas grandes y generar el máximo impacto. Hasta el momento, no existe mucho exactamente igual a nosotros, ya que los pocos que lo ofrecen flojean en una de las características más cruciales: el precio. Oimo tiene en cuenta que, para que un material se venda y pueda generar gran impacto positivo, ha de tener un precio no mucho mas elevado al plástico que se usa hoy en día”.

Oimo ya está firmando contratos con sus primeros clientes para su servicio de I+D. “Nos alegra poder decir que entre ellos estamos trabajando codo con codo con líderes del sector del packaging y con marcas finales de productos de grande consumo”, asegura el cofundador de Oimo, que ha contado con el apoyo financiero de una primera ronda de inversión de 150.000 euros de un family office, además de subvenciones destinadas a proyectos con gran impacto y innovación como Accio Startup Capital, Neotec y fases 1-2 de EIT Climate-Kic.

Entre los planes de la compañía, está ofrecer alternativas sostenibles al plástico de un solo uso que sean realmente implementables en el mercado, “algo que no es una meta pequeña. Nuestro plan es seguir adaptando nuestro material a diferentes procesos de transformación industrial para ofrecer más opciones a nuestros clientes. A largo plazo, queremos entrar en los grandes continentes, especialmente, Asia donde se producen la mayoría de plásticos a nivel mundial”.


Regfilter
Felipe Lavín, director de esta empresa cántabra.

Regfilter

Filtros regenerativos para instalaciones de agua

Esta empresa se dedica al diseño y fabricación de filtros regenerativos para el tratamiento de grandes volúmenes de agua. “Nuestros filtros son capaces de retener partículas mayores de una micra (la millonésima parte de un metro), y además son capaces de conseguir grandes ahorros: un 96% de ahorro en agua, un 75% de ahorro en espacio y un 30% en energía eléctrica en comparación con tecnologías más tradicionales como los filtros de arena o vidrio. Además, son los únicos filtros regenerativos autolimpiables del mercado, gracias a su innovadora patente internacional”, detalla Felipe Lavín, director esta compañía cántabra, que opera en España, Reino Unido y Corea del Sur, en mercados tan diferentes como piscinas privadas, lagunas deportivas o en el sector alimentario.

La idea de Regfilter surge a finales de 2016 de las mentes de Jorge Gómez y Luis Miguel Muñiz, que trabajan en el diseño de un filtro regenerativo que incorporase todas las ventajas de este tipo de sistemas y eliminase los fallos, problemas e inconvenientes que presentaban los modelos que había en el mercado.

Con el apoyo de Ayuda Innova, del Gobierno de Cantabria, cofinanciada con fondos Feder, hacen el primer prototipo. “Nuestra tecnología hace que nuestros filtros, además de ser automáticos, se telegestionen y sean extremadamente sencillos de operar gracias a su programación y su interfaz gráfica. Se pueden fabricar con cualquier forma, tamaño, caudal y material, además de ser los únicos filtros autolimpiables del mercado”, subraya Lavín, que recuerda que los inicios fueron algo complicados, “porque a los cuatro meses de fundar la empresa comenzó la pandemia. Justo antes de comenzar el confinamiento, habíamos firmado un contrato para una instalación de 2.400 m3/h en Corea del Sur, en el parque de olas de surf más grande del mundo. Por suerte, pudimos ejecutar a tiempo la instalación”.

Patente internacional AAA

Lavín sostiene que filtros regenerativos hay algunos en el mercado, “pero ninguno como el nuestro. De hecho, nuestra patente internacional ha sido definida como AAA, lo que quiere decir que no nos parecemos a ningún otro filtro regenerativo del mercado. Nuestra tecnología hace que nuestros filtros, además de ser totalmente automáticos, tengan la posibilidad de telegestión y ser extremadamente sencillos de operar gracias a su programación y su interfaz gráfica, realicen una regeneración activa y se puedan fabricar con cualquier forma, tamaño, caudal y material, además de ser los únicos filtros autolimpiables del mercado, algo totalmente impensable para la competencia”.

Los planes de la compañía pasan por seguir aumentando el número de instalaciones vendidas, permitiendo ampliar la plantilla y poder asumir algunos de los servicios o suministros que tienen subcontratados “y también dar un buen empujón al tema de formación. El filtro regenerativo en España es, todavía, un gran desconocido, a diferencia, por ejemplo, del mercado de Estados Unidos, donde es altamente conocido y valorado, y donde hemos solicitado una nueva patente de nuestros filtros. Dado que en España poco o nada se conoce de ellos, queremos ofertar formación a arquitectos, ingenieros e instaladores para que conozcan las bondades de este tipo de filtración”.

Lavín afirma que, para poder crecer como empresa, lógicamente, se necesita financiación. “Aunque, actualmente, no estamos buscando inversores, tampoco cerramos las puertas”.


ScrapAd
Samuel Ruiz de Lorenzo y Sandra Montes Pérez.

ScrapAd

Mercado de compraventa de material reciclable

Gracias a su experiencia en el sector del reciclaje, tanto como directivos de empresas fabricantes de maquinaria para el sector como con su propia empresa de exportación de materiales, Samuel Ruiz y Sandra Montes detectaron la necesidad que tienen muchas empresas de conocer compradores y vendedores de material reciclable fuera de su área geográfica.

“Al final, no olvidemos que, a pesar de que hay grandes actores en el sector como Ferrovial, Sacyr, Urbaser…, gran parte del sector está compuesto por pymes, cuya fuerza comercial es reducida. En ScrapAd les ayudamos a tener opciones que antes eran impensables para ellos: un mercado de reciclaje sin límites, ágil y seguro”, sostiene Ruiz. Además, vieron que ahora era el momento: “La legislación cada vez es mas punitiva con los hábitos de no reciclaje. El sector se ha profesionalizado y las materias primas están tocando precios récord”.

Esta compañía, ubicada en Éibar (Guipúzcoa) y fundada en marzo de 2020, conecta compradores y vendedores de materiales reciclables a nivel mundial, solventando dos problemas principales. “Por un lado, la falta de información existente en el mercado hasta entonces: permitiendo ahora conocer nueva oferta y demanda a nivel internacional. Y, por otro, reduciendo el número de materiales reciclables que terminan en los vertederos: lo que para una empresa es un residuo sin mayor utilidad para otra puede convertirse en una materia prima reutilizable”, subraya Ruiz.

¿Cómo llegar a los clientes?

La mayor dificultad que tuvieron estos dos emprendedores en sus primeros pasos fue detectar que debían mejorar su forma de llegar a los clientes: “Recuerdo cuando abordamos el mercado mejicano. Allí, los potenciales clientes siempre nos decían, pero… aquí no hay nadie de México… Al final, los clientes quieren ver conocidos; esto les da confianza. Así que cambiamos la estrategia comercial y de marketing y resolvimos este problema”.

Cuentan con más de 500 usuarios (empresas) repartidos en 48 países, tan diversos como Alemania, China, España, EEUU, India o Turquía. Y la lista de materiales con los que trabajan es muy amplia. Va desde el acero inoxidable, la alpaca, el aluminio, el bronce, el caucho o la chatarra electrónica y RAEEs, pasando por el cobre, el cuproníquel, el estaño, el hierro y acero, el latón o el litio, hasta la madera, el magnesio, los metales (menores, preciosos y mezcla), los minerales, el molibdeno, el monel, los motores, el níquel, el papel y cartón, todo tipos de plásticos, el plomo, los residuos peligrosos, el textil, los vehículos fuera de uso, el vidrio, el wolframio (tungsteno) y el zinc.

ScrapAd ha contado con la ayuda de Bic Gipuzkoa y han cerrado recientemente una ronda de inversión de un millón de euros.


Smallops
De izda. a dcha., Íñigo Monreal, María Jara y Rubén Escudero.

Smallops

Nanotecnología para acabar con los residuos

En la producción de aceite de oliva en España se generan unos diez millones de toneladas de residuos y la capacidad a nivel nacional de gestión de estos residuos se encuentra en torno a los seis millones de toneladas.

“En Smallops nos dedicamos a la revalorización de estos residuos. Con nuestra tecnología, producimos biogás exclusivamente a partir de residuos oleícolas, proceso en el que también producimos unas nanopartículas de hierro cerovalente encapsuladas en carbono mediante técnicas carbonización hidrotermal (HTC) con hasta seis aplicaciones medioambientales, destacando su uso para el tratamiento de aguas, producción de biogás y como fertilizantes. Esta técnica permite la creación de las nanopartículas a un bajo coste en comparación a otras técnicas de producción de nanopartículas metálicas”, explica Íñigo Monreal, fundador, junto a María Jara y Rubén Escudero, de esta empresa, que trabaja para cerrar su primera ronda de inversión.

Un gran mercado en alza

La idea de Smallops, que fue uno de los ganadores de la XVII edición de los Premios Emprendedores, surge a partir de una oportunidad en el mercado. Rubén había estado trabajando con este tipo de nanopartículas y le comentó a Íñigo la posibilidad de que podía ser un buen producto. Hablaron del tema con María, que tenía experiencia en el sector medioambiental, para analizar el mercado y comprobar si era un momento adecuado para desarrollar esta tecnología. Tras una amplia investigación corroboraron, no solo que se encontraban con sectores en alza a los que vender las nanopartículas sino que, además, podían solucionar un problema de residuos en el sector oleícola.

En junio de 2020, se mudaron (desde Alicante, Álava y Gipuzkoa, donde vivían) a Badajoz para comenzar a realizar los trabajos de laboratorio, pruebas piloto, etc. Allí contaron con el apoyo de Fundecyt-PCTex, “que nos facilitó contactos desde el primer momento, y de la empresa Metanogenia, que nos ha acogido y siempre ha estado dispuesta a ayudarnos, dejándonos un lugar donde poner nuestros equipos y trasladándonos muchos de sus conocimientos del sector. Nuestro objetivo es dar una solución rentable, innovadora y medioambientalmente sostenible, transformando los modelos de gestión de residuos oleícolas, apoyando además, el crecimiento de la producción de biogás en España”, asegura Monreal.


Solum
De izda. a dcha., Carlos Rodríguez, Antonio Cabrera y Luis Muñoz, sobre el pavimento solar que han desarrollado.

Solum

Proveedor de energía verde para micromovilidad

Su producto estrella es el pavimento solar. “Nos decidimos a poner en marcha esta idea después de observar cómo en las ciudades existe mucho espacio destinado a los coches, pero poco para uso y disfrute del ciudadano. Hicimos un estudio acerca de los espacios que quedaban disponibles y cómo se podrían aprovechar mejor. Nuestra solución aporta una manera de obtener energía limpia sin afectar estéticamente al entorno urbano, perfectamente integrable e idónea para zonas céntricas”, explica Carlos Rodríguez, fundador, junto a Luis Muñoz y Antonio Cabrera, de Solum, proveedor inteligente de energía verde para flotas de micromovilidad (patinetes, bicicletas y ciclomotores).

“Gracias a nuestro pavimento solar, podemos instalar una estación de carga autónoma (no dependiente de la red eléctrica) en cualquier lugar sin perturbar el entorno urbano. Gracias a nuestras estaciones de carga, los vehículos eléctricos ligeros evitan las congestiones en las aceras y los lugares públicos, ayudando a las ciudades en la labor de integración de los vehículos movilidad personal”.

Ingenieros de formación, los tres socios de Solum tuvieron que irse fuera de España por cuestiones laborales “y pudimos experimentar cómo se vive en otras ciudades europeas y americanas, y siendo además usuarios de vehículos de movilidad personal como los patinetes eléctricos, vimos claramente dónde enfocar nuestra idea de negocio, con el fin de contribuir a unas ciudades más sostenibles y una micromovilidad ordenada y capaz de recargarse con energía 100% limpia”.

Encaje de la solución en el mercado

En 2019, y de la mano de Telefónica a través de su iniciativa Andalucía Open Future, pudieron crear la empresa. “Una vez despegamos, hemos tenido también el apoyo a través de varios concursos, de grandes empresas como Capital Energy y Naturgy o, más recientemente, Iberdrola. Poco a poco, vamos contactando tanto con empresas del ámbito privado como con administraciones públicas, para dar a conocer nuestros proyectos y ver si hay oportunidad de encajar nuestra solución”, asegura.

A diferencia de otros proyectos parecidos –dos empresas en el mundo que también trabajan con un pavimento solar–, “en nuestro caso, lo hacemos en base a un módulo convencional: un panel fotovoltaico al que añadimos una serie de materiales que son capaces de transformar el módulo en pavimento. Estos materiales ya se usan en la industria fotovoltaica, pero los procesos por los que se aplican para obtener el pavimento ya los hemos patentado en Solum”, subraya Rodríguez.

Ya han instalado proyectos en Sevilla, Valencia y Madrid y están trabajando en otro en la ciudad de Barcelona, “y queremos extendernos a otras ciudades españolas, como Málaga, Madrid, Valencia, Bilbao… También tenemos ya algunos contactos en Holanda, Francia e Italia, y nuestra idea es ampliar nuestro mercado a ciudades europeas”. El pasado mes de julio cerraron una ronda de inversión de 750.000 gracias al apoyo de Fondo Bolsa Social, Quantum (Capital Energy), Wayra (Telefónica) e inversores privados. “Esto nos ha dado un gran impulso para ampliar nuestro equipo y enfocar nuestro trabajo a asentarnos en el mercado español y comenzar a expandirnos por el europeo. En el medio plazo queremos dar el salto al mayor mercado mundial: EEUU”.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉