Amedida que el mundo se desarrolla y aumenta el consumo de recursos básicos para la subsistencia, se crea la necesidad de evaluar nuevas y mejores formar de mantener cubiertas todas las actividades fundamentales de las personas. Y es que este impacto de consumo nos afecta a nivel social, económico y medio ambiental.
Un sector de alto cambio es el de la moda, que por temporadas muestra colecciones nuevas con colores y formas acorde a las estaciones del año. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es la segunda industria más contaminante del planeta, por detrás del petróleo.
En un documento elaborado y promovido por Docuten, empresa experta en el sector de la moda, se plantea que «actualmente, las emisiones de esta industria suponen el 20% de las emisiones de dióxido de carbono globales, más que todos los vuelos internacionales y el envío marítimo de mercancías juntos». Este es uno de los grandes impactos que genera en el medio ambiente.
Sobre el área social, este mismo material expresa que «existen hasta 52 micro-temporadas a lo largo del año, los consumidores compran más prendas de vestir que en el 2000, pero cada una se conserva la mitad de tiempo. De media, un 40% nunca se utiliza». Esto nos provoca un efecto negativo en temas económicos, ya que el valor mundial de la industria de la moda asciende a tres mil billones de dólares.
Ante estas consecuencias, es importante que, como consumidores, adoptemos un comportamiento de compra responsable, que nos permita mantener activa la industria, contribuir con la sostenibilidad de nuestro entorno y mejorar o acomodar las finanzas. Bajo este escenario entra el concepto de «economía circular» que busca reducir, reutilizar, reciclar y recuperar, conservando el valor de los recursos desde el diseño. Un buen ejemplo de esto es compartir las prendas en buena calidad que por alguna razón ya no utilizamos.
Este modelo permite reducir la generación de nuevos residuos y contribuye a mejorar los desafíos económicos que presentan casi todos los países.
Para mantener un estilo de moda sostenible, solo hay que buscar inspiración de atuendos parecidos entre los que dispongamos en el clóset y activar la creatividad. Adquirir piezas básicas y de colores neutros, que permitan crear varias combinaciones y consumir marcas apegadas a estos valores.
La moda sostenible es una tendencia que se expande y que cada día toma fuerza para preservar nuestros recursos, buscando optimizar lo que ya tenemos y promover las compras inteligentemente, eligiendo prendas de vestir que nos complementen.
