La importancia de que las empresas inviertan en descarbonización

Día del Medio Ambiente

Factores como dónde y cuánto invertir, qué adaptar y qué cambios son más importantes tienden a convertirse en obstáculos importantes para las organizaciones que quieren ser más sostenibles.

El próximo 5 de junio se conmemora un nuevo Día Mundial del Medio Ambiente, instaurado por la ONU el año 1973, con el objetivo de sensibilizar a la población mundial acerca de la importancia de cuidar nuestros ecosistemas y fomentar el respeto al medio ambiente.


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En este sentido, asegurar los compromisos de los países en relación con la sostenibilidad y, especialmente, en materia de descarbonización también debe formar parte de los principales objetivos de las empresas. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), apenas 18 países han sostenido reducciones de gases de efecto invernadero (GEI) por más de diez años.

La encuesta también señaló que es posible limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales. Sin embargo, para que esto funcione, el nivel actual de emisiones debe reducirse a la mitad dentro de esta década. Lo que sucederá sólo si todos (empresas, gobiernos y sociedad) juegan sus roles y entienden su responsabilidad con el medio ambiente.

Según los resultados del estudio Chile3D 2022, desarrollado por GfK, casi la mitad de los consumidores chilenos (45%) espera que las empresas sean parte del cuidado del medioambiente o el cambio climático. De hecho, la edición 2019 del mismo estudio mostraba que el 56% de las personas consultadas decía que las marcas debían involucrarse en causas sociales más allá de los productos o servicios que venden, pero ese porcentaje fue avanzando con el paso del tiempo llegando hoy al 82%

Delante de todo este movimiento del mercado y estos cambios en el planeta, las empresas necesitan movilizarse y modificarse cada vez más para integrar la sostenibilidad como parte del negocio. Al respecto, Rafael Segrera, Presidente de Schneider Electric para América del Sur, explica que “elegir cuál será el primer paso sigue siendo un gran desafío para las empresas, ya que factores como dónde y cuánto invertir, qué adaptar y qué cambios son más importantes tienden a convertirse en obstáculos importantes para las organizaciones que quieren ser más sostenibles”.

Pero al poner foco en el combate contra el cambio climático, no hay duda: la descarbonización es el primer paso. En este sentido, desde Schneider Electric destacan que “es fundamental que las empresas entiendan cómo se estructura el proceso de reducción gradual de las emisiones de gases de efecto invernadero y los niveles que se alcanzan en este camino, con especial atención a los conceptos de carbono neutro y cero neto”.

Diferencias entre carbono neutral y cero neto

A primera vista, las definiciones de carbono neutral y cero neto suenan similares. A pesar de ello, los resultados para el medio ambiente y el nivel de liderazgo son bastante diferentes. Entonces, ¿cuál de estas opciones tiene más sentido y, sobre todo, en cuál es más viable para su empresa invertir al principio?

Partiendo de la definición de carbono neutral, las empresas que apuestan por este tema necesitan desarrollar proyectos efectivos para reducir sus emisiones de carbono y asegurar que las emisiones residuales de procesos cuya optimización aún no sea factible técnica y económicamente, sean compensadas mediante un volumen equivalente de remoción de estos gases de la atmósfera. Esto se conoce en el mercado como “compensaciones de carbono”, que se pueden realizar a través de la adquisición de créditos de carbono de soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación, o soluciones técnicas como la eliminación física de GEI.

Pasar a cero neto, por otro lado, significa que habrá una eliminación total de las emisiones de carbono, ya sea directa o indirectamente, lo que involucra los gases generados por toda la cadena de valor, incluidos los proveedores y los clientes.

Limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, como defiende el IPCC, por ejemplo, requeriría que los países se conviertan en cero neto para 2050.

La descarbonización como punto clave en las jornadas de sostenibilidad

Aunque sean acciones cruciales para el buen funcionamiento de los negocios hoy día y, principalmente, para un futuro más próspero, en Chile aún es necesario avanzar en la reducción de emisiones. Según una investigación de KPMG, que encuestó a empresas tecnológicas nacionales, el 53% de ellas no cuenta con una estrategia de descarbonización, que incluye reducir o compensar las emisiones de gases de efecto invernadero en las operaciones. Las dos principales razones aducidas son la falta de compromiso de la dirección (18 %) y el enfoque en objetivos a corto plazo en lo que respecta a la inversión (17 %).

En este sentido, Rafael Segrera recalca que “al comprender las principales diferencias entre carbono neutral y cero neto, se vuelve más claro para las empresas que los objetivos son excluyentes y que está al alcance para lograr a lo largo del tiempo”. Y agrega que “esto ayuda a perder el miedo a invertir, priorizar la acción y romper la inercia necesaria para desencadenar el proceso de cambio. Después de todo, conocer su propio negocio y el lugar al que se puede llegar es parte fundamental de cualquier estrategia”.

Alcanzar el nivel cero neto, por ejemplo, termina siendo más complejo para aquellos que están comenzando a estructurar su viaje ESG. Para quienes están más avanzados en el tema, la idea se vuelve más tangible y menos compleja de implementar.

El hecho es que la descarbonización es un factor clave en cualquier viaje sostenible bien construido. Por lo tanto, entender cuáles son los puntos por mejorar con relación a la sustentabilidad es un factor crucial para avanzar en este camino. Además, establecer objetivos ambiciosos, aplicables a cada negocio, validar escenarios objetivo e indicadores clave es fundamental para cualquier estrategia y planificación.

Otro punto importante es adoptar soluciones con propuestas sostenibles que puedan gestionar el uso de los recursos naturales de la mejor manera posible. La combinación de la digitalización con una serie de tecnologías existentes son excelentes opciones para agilizar todo este proceso. Finalmente, es importante que las empresas monitoreen el avance y desarrollo de cada acción y proyecto en curso, para corregir rumbos y divulgar con transparencia los resultados alcanzados y los desafíos a superar. Por ello, las estrategias deben ser integrales, adaptadas al contexto de cada empresa, para superar definitivamente el miedo a invertir en descarbonización.

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