La economía se configura en colores y da paso a nuevas formas de negocios

Tradicionalmente, la economía se ha analizado desde un enfoque sectorial a partir del proceso productivo de distintas actividades como las extractivas, de transformación o de servicios. Dicho modelo económico no se alinea a la realidad actual de los negocios y de la sociedad.

En vista de esto, hace siete años los líderes mundiales establecieron una serie de objetivos globales para erradicar la pobreza y proteger el planeta a través de una agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De esta forma, la mirada hacia los negocios ha evolucionado y, con ello, la economía se ha configurado en colores a fin de modificar los modelos de consumo lineales, agrupando los procesos productivos a elementos comunes que se asocian a uno o varios sectores.


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Los colores de la economía son:

  • Verde: Es la pionera de este tipo de análisis y se centra en la protección de los ecosistemas a través de la reducción del riesgo ambiental.
  • Naranja: Es la más nueva y con mayor proyección en esta tendencia. Se enfoca en actividades que se relacionan con la propiedad intelectual, el arte y la cultura.
  • Azul: Es una propuesta de Gunter Pauli y se basa en aprovechar los recursos como fuente de riqueza. Destaca la importancia de mares y océanos, al colocarlos como el motor de la economía.
  • Amarillo: Agrupa a las actividades productivas, obtenidas a partir de la ciencia y la tecnología. Apunta a la reducción de costos en la producción de este ámbito.
  • Rojo: Propicia la sociedad de consumo con efectos positivos y negativos, advirtiendo que pueden generar consecuencias.
  • Blanca: Se le denomina economía de paz y se basa en acciones de política económica dirigidas a promoción de derechos sociales para países que han superado situaciones de guerra o conflictos.
  • Gris: Corresponde a actividades lícitas, pero que se manejan con una economía informal, es decir fuera del control del Estado.
  • Negra: Constituyen todas las actividades que generan un beneficio económico, pero son ilegales como terrorismo, tráfico de drogas, entre otras.
  • Plateada: Los adultos mayores se convierten en el motor económico.
  • Violeta: Impulsa las actividades que promueven la equidad de género.

Para María Isabel Parra, CEO de la empresa ecuatoriana +Conectiva y experta en encadenamientos productivos sostenibles, esta nueva forma de ver la economía incentiva el desarrollo de distintas actividades comerciales y procesos no tradicionales de negocio, fomentando otras formas de producción y generación de riquezas. “El objetivo de este nuevo modelo económico -a partir de los colores- busca priorizar el bienestar humano y la disminución de las desigualdades sociales frente al capital. Este concepto va de la mano de las nuevas tendencias de negocios y empresas sostenibles, impulsando una visión práctica y diferente ante los desafíos que enfrenta el mundo en este tiempo”, señala la experta.

En América Latina se abren espacios para que tanto las empresas como la ciudadanía contribuyan al desarrollo de diferentes tipos de economía, principalmente las que son a favor del cuidado del ambiente y la generación de bienestar en el entorno. De la misma forma, la economía de colores se ha incorporado de manera creativa a los negocios tradicionales como al de la banca, a través de alianzas estratégicas con fintechs o la emisión de bonos (naranjas y azules) que financian proyectos de bienestar social como es el caso del Banco Peruano de Desarrollo Cofide.

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