- La industria de la moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos, dice la ONU
Apostar por una moda sostenible, consciente y ética es la única forma de detener los estragos que la industria textil causa al planeta. Estos son algunos datos que ofrece la ONU y que colocan esta afirmación en su contexto: para confeccionar unos pantalones vaqueros se necesitan unos 7.500 litros de agua, que es aproximadamente la cantidad líquido que bebe una persona en siete años. La producción mundial de ropa y calzado produce el 8% de los gases de efecto invernadero y cada segundo se entierra o quema la fibra textil equivalente a un camión de basura. Pero hay más.
La suma de las industrias manufacturera, energética y de la logística y el transporte hacen que la textil sea la segunda industria más contaminante del mundo, tras el sector energético. La ONU estima que se utilizan cada año 93.000 millones de metros cúbicos de agua, cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas.
Por si fuera poco, cada año se vierten al mar medio millón de toneladas de microfibra. La moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos, con lo que esto supone para el calentamiento global y el cambio climático.
Parece claro que el precio ambiental de estar a la moda es mucho más elevado que el económico. Pero, aunque aún queda mucho por hacer, también hay buenas noticias porque, afortunadamente, ha comenzado un cambio cultural hacia un consumo de moda más sostenible, tanto por parte de algunos fabricantes, como de los consumidores. También, de muchos influencers y medios de comunicación, que tratan de despertar conciencias en torno a la moda sostenible.
Reciclar ropa es una de las mejores acciones que se pueden llevar a cabo.
Los consumidores españoles
Muchos consumidores no son ajenos a esta situación y, a diferencia de lo que sucede en otros sectores, en la moda, nuestros cambios de hábitos son la clave para un cambio a mejor.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) preguntó a más de 300 consumidores comprometidos con temas éticos y ecológicos sobre su forma de consumir moda, con el fin de conocer qué acciones llevan a cabo para vestir de forma más comprometida con el entorno.
El 89% de los encuestados afirmó que dona o recicla su ropa y el 84% afirma no comprar más ropa de la necesaria. Un 42% de las personas consultadas admitió que se fija en el origen de la prenda y, en relación con esto, el 36% evita las marcas fast fashion. Además, un 26% compra o vende ropa en el mercado de segunda mano.
Estos hábitos se pueden convertir en consejos para seguir para dejar atrás el consumo inconsciente y compulsivo de ropa y calzado, y tener un armario más sostenible. También es importante continuar la labor de concienciación. Porque el impacto ambiental es demasiado serio como para disfrutar comprando compulsivamente prendas de ropa que serán utilizadas media docena de veces, para terminar después en el cubo de la basura.
