¿Desarrollo sostenible en la Agenda 2030, realidad o promesa?

Los objetivos de la Agenda 2030 de reducir la pobreza y el hambre, avanzar hacia la igualdad de género, la educación para todos, entre otros fundamentales, parecen estar lejos de cumplirse en el plazo previsto.

Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 están a punto de convertirse en una promesa incumplida. Esta es la principal conclusión que puede extraerse de la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas y de la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, celebradas en la ciudad de Nueva York durante el pasado septiembre.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Ambos eventos resaltaron la imperante necesidad y urgencia de pasar de los compromisos escritos a una acción efectiva.

Vea también: CCU, Unilever y GDN Argentina se alían para crear puntos verdes

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó de manera contundente: “Actualmente, sólo el 15% de las metas de desarrollo sostenible establecidas en 2015 están avanzando según lo planeado, e incluso muchas de ellas están retrocediendo”; por lo que alcanzar la paz, la prosperidad, el progreso y la sostenibilidad para todos, parece hoy una misión casi imposible.

Líderes de todo el mundo debatieron bajo el lema “Reconstruir la confianza y reactivar la solidaridad mundial”, con el propósito de acelerar las acciones enmarcadas en la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y de avanzar en una guía política de alto nivel sobre las medidas transformadoras y aceleradoras necesarias para cumplirlos.

Agenda 2030: Datos reveladores

Ahora bien, si evaluamos en detalle la situación exacta en que nos encontramos en relación con los avances de la Agenda, y sólo mencionado algunos de los 17 ODS que esta contiene, los siguientes datos ofrecen algunas luces al respecto:

  1. En relación con la pobreza (ODS 1), el último informe (2023) indica que, si las tendencias actuales persisten, será imposible cumplir este objetivo. Más bien, se estima que para 2030, 575 millones de personas vivirán en pobreza extrema, es decir, con menos de U$S 1,25 al día, sin acceso a nutrición adecuada, agua potable y servicios de salud apropiados.
  2. Respecto a nutrición y hambre cero (ODS 2), su cumplimiento también enfrenta riesgos considerables, ya que se proyecta que más de 600 millones de personas en el mundo sufrirán de hambre en 2030. Además, resulta alarmante observar que los avances en la reducción de enfermedades tales como la anemia son prácticamente inexistentes desde el año 2000, y la prevalencia de ésta en mujeres de entre 15 y 49 años se mantiene preocupantemente alta en un 30%.
  3. Para la educación de calidad (ODS 4), los datos son igualmente preocupantes. Sin medidas adicionales a las actuales, para 2030, 84 millones de niños y jóvenes no podrán asistir a la escuela, 300 millones de estudiantes no alcanzarán competencias básicas en lectura y matemáticas, y sólo uno de cada 6 países logrará la meta de la enseñanza secundaria universal.
  4. La igualdad de género (ODS 5), también enfrenta obstáculos significativos. Según el informe mencionado, a este ritmo, se necesitarían 300 años para poner fin al matrimonio infantil; 140 años para lograr la igualdad de género en cargos de liderazgo en el ámbito laboral y 286 años para eliminar las leyes discriminatorias y cerrar brechas de género.
  5. En materia ambiental y sus relacionadas (ODS 6, 7, 13, 14 y 15), las cifras son especialmente alarmantes: 675 millones de personas viven en la oscuridad, es decir, carecen de acceso a electricidad, especialmente en África Subsahariana. El acceso a agua potable, saneamiento e higiene sigue siendo inalcanzable para miles de millones; el aumento del nivel del mar se ha duplicado en la última década; la sobreexplotación pesquera afecta a más de un tercio de las poblaciones de peces y 100 millones de hectáreas de tierras saludables y productivas se degradaron entre 2015 y 2019, lo que equivale al doble del tamaño de Groenlandia.
  6. Finalmente, en el ámbito económico (ODS 8), los datos muestran que durante 2022, uno de cada 4 jóvenes estuvo desempleado y sin acceso a educación o formación, con las mujeres jóvenes enfrentando el doble de riesgo que los hombres en esta situación. Además, 2.000 millones de trabajadores tuvieron empleos informales y sin protección social.

La situación hasta aquí descripta nos enfrenta a un panorama extremadamente preocupante y desafiante. Sin embargo, al mismo tiempo, nos insta con urgencia a tomar medidas.

En medio de todas estas malas noticias, todavía podemos encontrar una tenue luz de esperanza, y es que posiblemente tengamos una oportunidad, -quizás la última-, de avanzar en los cambios que el mundo necesita.

Cambios que no se producirán por sí solos sino que requerirán de un compromiso efectivo y constante, que coloque a las personas en el centro del modelo de desarrollo; de lo contrario, en palabras del propio Guterres, la Agenda 2030 no será más que el epitafio del mundo que pudimos tener.

* Magister en marcos regulatorios PUC

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉