Cómo reciclar bien con los trucos de la OCU

Consumidores comprometidos con compras sostenibles
  • Reciclando los residuos del hogar contribuimos a la sostenibilidad del planeta, pero hay que hacerlo bien porque las buenas intenciones no bastan

Las ventajas de reciclar son innumerables, para el planeta, para la sociedad en general y para nuestro entorno en particular. Se reduce la contaminación del aire y también del agua, de mares y océanos, se contribuye a salvar árboles y preservar así los bosques. Separar los residuos del hogar permite que muchos materiales disfruten de una nueva vida.

Eso sí, es muy importante hacerlo bien y no siempre es fácil. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), pone a disposición de los ciudadanos una guía para reciclar los residuos de forma correcta. Porque las buenas intenciones no bastan.


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El contenedor verde. La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) ha declarado este 2022 como Año Internacional del Vidrio, con el fin de reconocer su importancia. Su contenedor es el verde. Es aquí donde deben ir las botellas, los frascos y tarros de cristal, pero (y esto es importante) sin las tapas, que deben ir al contenedor de los envases.

Lavar los envases no es necesario, pero vaciarlos del todo sí, porque así evitaremos problemas de higiene en los puntos de recogida, donde estos envases se acumulan a veces durante días, y también malos olores.

El tarro de cristal y su tapa hay que reciclarlos en contenedores distintos

El tarro de cristal y su tapa hay que reciclarlos en contenedores distintos. Getty Images/iStockphoto

¿Qué objetos no se deben depositar en el contenedor del vidrio? Porque tan importante es saber lo que va en cada contenedor, como lo que no hay que introducir. En este caso, la OCU no recomienda tirar aquí «espejos, cristales de ventanas, lunas de coche, menaje del hogar de cristal o loza, objetos con partes de cristal, como gafas, relojes…», y esto es muy importante: frascos de vidrio que hayan contenido medicamentos.

En el contenedor azul se pueden depositar folios, periódicos, revistas, libros, cajas de cartón, folletos publicitarios, papel de regalo y también las hueveras de cartón. Cuando un objeto tenga otros materiales además de papel o cartón, es muy importante retirarlos. Por ejemplo, plástico, cuerda, cinta adhesiva o espirales. Nunca se debe volcar el cartón en bolsas de plástico y debemos introducirlo lo más plegado posible, para aprovechar así la capacidad del contenedor.

Tampoco se debe introducir en el contenedor azul celofán, papel carbón, papel encerado ni plastificado, térmico, fotografías, servilletas de papel ni papel de cocina. Ni cartón que esté muy sucio.

Al contenedor amarillo van los envases metálicos (latas de convervas, latas de refrescos, chapas, las tapas de los tarros de cristal…). También los envases de plástico, como los yogures vacíos, los bricks en general, las bolsas de plástico o el film de envolver, el forro de los libros, botes de detergente, vasos de plástico, bandejas de alimentos… Es muy recomendable aplastar los envases para ocupar menos espacio (sin el tapón se comprimen mejor) y asegurar que todos estén vacíos, con el fin de evitar malos olores.

Tirando una botella de plástico en el contenedor amarillo

Tirando una botella de plástico en el contenedor amarillo. Getty Images/iStockphoto

Según la OCU, lo que no hay que introducir son «plásticos que no sean envases, como juguetes, material escolar de plástico, casetes de vídeo, audio o informáticos, gafas, biberones, guantes de goma, perchas, utensilios de aseo o cocina, cajas de fruta, cubos, muebles de plástico…». Este tipo de residuos van en el contenedor de restos no orgánicos.

Para los que tienen contenedor de productos orgánicos, pueden volcar los restos de comida ya preparada o cruda y cualquier resto orgánico que surja durante la preparación, como cáscaras de huevo, peladura de fruta, restos de marisco, cáscaras de fruto seco o los posos del café, así como restos de flores o plantas. Nunca echar la bolsa, a no ser que esta sea compostable. Por higiene, hay que procurar no introducir alimentos líquidos. Tampoco deberemos introducir alimentos muy grasos.

Por último, en el contenedor de restos no reciclables, se depositan buena parte de los que no se pueden introducir en los contenedores anteriores, además de las toallitas húmedas si las usáramos, las colillas, la arena del gato y excrementos de cualquier animal, el polvo, los restos de pelo…

Es muy importante tener en cuenta que es en este contenedor, y no en otro, donde se deben desechar los guantes y las mascarillas, porque es la forma correcta para que no supongan un grave peligro ambiental. Si provienen de personas enfermas deben ir cerrados en dos bolsas antes de tirarlas en un contenedor de restos.

Ropa, calzado, electrodomésticos y medicamentos caducados

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En todas las ciudades han contenedores específicos para la ropa que desechamos. Colaboradores

La ropa y el calzado tienen contenedores específicos en muchos municipios, pero se pueden depositar también en los puntos limpios. Si están en buen estado, se pueden donar. En los puntos limpios se debe echar el aceite doméstico (en envases cerrados) y las pilas (que también cuentan con puntos de recogida en algunas tiendas).

Los pequeños electrodomésticos pueden ser recogidos por la tienda al ser reemplazados y los pequeños aparatos se pueden dejar en supermercados e hipermercados. Otros residuos que debemos llevar al punto limpio son los restos de pintura, termómetros, tóner de impresora, CD y DVD, baterías, neumáticos…

Por último, los medicamentos caducados o que hayan sobrado de un tratamiento y también los envases vacíos deben entregarse en el punto SIGRE que podemos encontrar en cualquier farmacia.

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