El mercado retail está saturado y, como consecuencia, se ha vuelto altamente competitivo. Ha habido una ola de innovación para simplificar y hacer la experiencia de compra más enriquecedora y práctica para los consumidores, al tiempo que proporciona nuevas oportunidades para marcas y retailers. Según el informe Think Retail de Canon, la necesidad de replantearse la estrategia de la experiencia del cliente en las tiendas tradicionales ha abierto nuevas oportunidades para la impresión en el sector retail.
Como parte de la búsqueda de una verdadera experiencia de cliente, los retailers necesitan ofrecer a sus clientes la misma experiencia online que en sus tiendas físicas. El diseño y la correcta decoración impresa de interiores no sólo puede ayudar al retailer a conseguirlo, sino que también puede influir en si el comprador incluye un producto más en la cesta creando un ambiente agradable.
El packaging de producto, los letreros dentro de las tiendas, la cartelería en punto de venta y las promociones en los expositores son algo más que una estantería con un cartel y un producto bien colocado. Según datos de Euromonitor, el 95% de los retailers utiliza posters para la comunicación en tienda, posters que se cambian cada 4,5 semanas de media. Otro estudio de Retail Minded revela que el 52% de los consumidores son más propensos a entrar en una tienda si hay un cartel de rebajas en el escaparate.
La forma en la que los consumidores interactúan con la cartelería en tiendas físicas ofrece una información tan importante para los retailers que muchos de ellos están adoptando técnicas de eye-tracking (seguimiento ocular) para identificar cambios en el comportamiento de los consumidores y las cifras de ventas.
Los retailers también están haciendo uso de la tecnología de impresión para generar ventas fuera del entorno retail a través de la publicidad y aplicaciones como catálogos, flyers y material promocional. Posteriormente éstos se vinculan a canales digitales y sociales y se fomenta la difusión y la participación a través de distintos canales. Una forma de hacerlo son los códigos QR, que tan de moda se han puesto debido al COVID-19. Estos se imprimen normalmente en cartelería, etiquetas de productos o packagings, y se utilizan para almacenar URLs u otra información útil y se lee con la cámara de un smartphone.
